En días recientes la presidenta municipal de Veracruz, Paty Lobeira de Yunes, anunció la rehabilitación del Centro Histórico, algo realmente plausible. La inversión rebasa los 100 millones de pesos.

Sin embargo, la ciudadanía y los turistas agradecerían algo que no requeriría mucha inversión: Acabar con olores desagradables de la planta de tratamiento de aguas negras a la entrada de Veracruz por el bulevar Fidel Velázquez.

Posiblemente la autoridad pudiera decir que no es asunto de su competencia por ser una concesión otorgada por la legislatura en tiempos de Javier Duarte como gobernador y Ramón Poo como presidente municipal pero no hay excusa que valga porque lo que está en el municipio le compete al cabildo de la ciudad.

Siguiendo el mismo trayecto que deben transitar los visitantes e infinidad de veracruzanos que obligadamente deben de pasar por la circunvalación de Miguel Ángel de Quevedo es que se deben de tapar las narices al pasar por el nuevo mercado de pescadería que despide unos olores nauseabundos.

Sin tanta inversión multimillonaria se podría resolver los puntos antes tratados solo con buena voluntad y exigir al Grupo MAS cumpliera con un derecho humano para la sociedad como lo es “eliminar higiénicamente las excretas y aguas residuales y tener un medio ambiente limpio”.

El tema de la pescadería en la entrada a Veracruz por la zona norte, seguro que no tiene ninguna complicación para resolverlo.

Para tener Centro Histórico rehabilitado se debe empezar eliminar los malos olores a la entrada de la ciudad.

CD/YC