Nov 07, 2021 / 09:25

Rosario Robles, sembró y cosechó

***La verdadera historia de María del Rosario Robles Berlanga da para una serie de Netflix. A sus 65 años de edad permanece en prisión por su presunta participación en el desvío de recursos para el esquema de la “Estafa Maestra”, caso en que la ex funcionaria ha mencionado una presunta venganza política.

Hay un documental en YouTube que se llama Fraude México 2006, ahí se detalla porque ese odio, rencor y hasta venganza del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador sobre Robles.

En una escena especial en ese tiempo López Obrador dijo que nunca pensó levantarse de los llamados videoescándalos. Era esa su tumba. Le habían pegado donde más le hacía daño que era la corrupción por lo cual él estaba en contra.

Rosario Robles lo había traicionado. Se dejó encantar, se dejó seducir por Carlos Salinas de Gortari, enemigo acérrimo de AMLO. Nunca ha podido superar esa traición. Le dolió en el alma y le llegó hasta el tuétano.

Sintió una losa pesada en su camino a la Presidencia de la República cuando filtraron los videoescándalos en los que se mostraba al empresario Carlos Ahumada, cercano a Robles, entregando 45 mil dólares en efectivo al entonces líder de la bancada de los diputados perredistas en la Asamblea Legislativa de la Ciudad de México, René Juvenal Bejarano Martínez.

Y es que nadie quita de la cabeza a López Obrador, que aún con el PRD a su favor, tuvo mucho que ver Rosario en su derrota en 2006 en contra de Felipe de Jesús Calderón Hinojosa​​, en ese entonces candidato del Partido Acción Nacional (PAN).

Se ha dicho en infinidades de columnas que muchas veces López Obrador dijo en sobremesas privadas que, sin esos videos, él hubiera sido presidente en 2006, en el mejor momento de su salud y de su carrera política.

Sin ningún recato como tampoco hubo de parte de Robles en pretender hundirlo políticamente y ante ello luego de despojarla de su círculo cercano sufrió consecuencias fuertes sobre todo de momentos económicos difíciles.

Se perdió por años. No hallaba como salir de su severa crisis económica. No tenía para pagar la colegiatura de su hija en la Ibero. Dejó la casa que habitaba. Fue juzgada por su vida personal, pero fue cuando una voz maquiavélica se acercó a ella y se volvió a encumbrar políticamente, pero en el pecado llevaba la penitencia y ella no calculo los riesgos.

Tuvo acercamiento con Enrique Peña Nieto quién por una llamada de Carlos Salinas de Gortari, quien se sentía en deuda por la neutralización de AMLO, sugirió le diera buen acomodo político.

La ambición de Rosario Robles siempre fue desmedida. No tenía llenadera. Puso como condición estabilidad económica argumentando que jamás quería volver a la pobreza por la que atravesó.

Carlos Salinas la embrujo. Hizo que se pusiera varios diseños de la banda presidencial que había coleccionado y le decía esa se te ve muy bien, esta te queda, claro que ella enloqueció, se sentía despachando en lo que era antes la residencia oficial de Los Pinos. Cayó en la trampa.

CD/JV

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