Hoy la vida nacional, en todos sus sentidos, rubros y temas, se encuentra convulsionada. Anteriormente la “opinión pública” se circunscribía solo a unos cuantos, por lo regular, a periodistas, comentaristas, líderes de opinión y otros muy pocos. Con la irrupción de las redes sociales en la vida pública del mundo y por ende de nuestro país, cualquier ciudadano, de cualquier estrato social o educación puede externar su opinión y hacerla pública para miles o millones de personas en nuestro país, que la leen y que pueden compartirla, combatirla o repelerla.

En todos los temas del México de hoy existen contrapuntos, puntos de vista diferentes que provocan verdaderas epístolas en cualquier red o muro social en donde exista un tema que cause polémica, pues los debates son interminables y dan a la razón a uno u otro sentido yuxtapuesto y muchas veces se dejan llevar por la pasión, sin razón o con ella, pero la polémica es diaria y permanente.

Por ejemplo, los ya más de 120 mil muertes por violencia en lo que va del sexenio, o el caso de Debanhi Escobar en Monterrey, Nuevo León, y que hoy sabemos, por la autopsia independiente que hizo su padre, que fue un asesinato, ya que dicha necropsia arrojó como resultado que no contenían agua sus pulmones y por lo tanto no pudo ahogarse en la cisterna en donde fue encontrada, por el contrario, tenía unos golpes en la cabeza y la cara con un objeto contundente, según reveló el diario El País y el papá de la víctima expresa que él no la filtró o sea que, sin duda, fue la propia fiscalía, pues el señor Escobar solo ahí la había entregado confiando en el titular esas lesiones fueron las que le provocaron la muerte, o sea, no fue un accidente como la Fiscalía estatal trató de hacer parecer y sí, por el contrario, un feminicidio más en México.

Feminicidio, que a diferencia de muchos, escaló a las primeras planas de toda la prensa incluida la cobertura internacional, la nacional, estatal y municipal, a todos los noticieros de radio y programas de televisión, ya que es una muestra simbólica de los ¡11 homicidios! que se cometen cada día en contra de mujeres en nuestro país, y que, lejos de disminuir, continúan en un incremento inexplicable cada mes y cada día de los años que van pasando.

Igualmente de convulsos se encuentran todos los temas que abarca nuestra vida diaria, por ejemplo, una nueva guerra en el mundo, la de Ucrania. En economía, una inflación de casi 8 puntos en este año, que amenaza la estabilidad de precios en todo el mundo y los sistemas alimentarios. En empleo, cada día hay menos ofertas de trabajo y mayor demanda y necesidad del mismo. De política… ya mejor ¡ni hablamos! Jajaja, ufffff, pues más convulsiones no pueden existir entre los partidos políticos y el gobierno federal y muchos estatales, que cada día se confrontan más, sin visos de arreglos o negociaciones, de alto nivel, que puedan ayudar a paliar, a través de la política, las otras diversas áreas de la vida pública y problemas que estamos viviendo a diario todos los mexicanos.

Por desgracia, es precisamente, a través de la política, que se pueden resolver todos los demás problemas, pues la política es el instrumento de conciliación y concertación que requieren, tanto gobernantes como sociedad, para superar los problemas por más convulsos que estos sean.

Por ejemplo, el pacto que se llevó a cabo hace escasas 2 semanas, en donde se pusieron de acuerdo, por primera vez en este sexenio; empresarios, productores, comerciantes y gobierno, para que 24 productos de la canasta básica no subieran de precio durante los próximos 6 meses, al menos, ello ayudará a detener un poco la inflación, que a quien más afecta es a quienes menos tienen, y que acarrea males mayores, tal como la pérdida del poder adquisitivo o las temibles devaluaciones. Ojalá, así como se hizo esa reunión que puede rendir frutos favorables para la nación, se pudieran hacer muchos pactos en cada una de las áreas que conflictúan a nuestra nación, como en el caso de los feminicidios, en donde hace falta una verdadera cultura popular general de educación, para erradicar en México, de una vez por todas, el machismo, la misoginia y otros males arraigados en la idiosincrasia de nuestro pueblo mexicano, que contribuyen a la desgracia y el terror que están viviendo las mujeres ¡como nunca! en toda nuestra historia nacional Urgen programas de gobierno para la integración familiar, programas psicológicos y profesionales que atiendan los graves problemas emocionales, la desintegración de las familias, y otros tantos similares, que son originados en el núcleo primario de la sociedad, que es la familia.

La migración es otro problema y no solo de centro o Sudamérica, sino de México, tan solo el mes pasado ¡83,000 mexicanos! fueron detenidos y expulsados de territorio estadounidense que pretendían pasar en busca del sueño americano al otro lado, y en busca de mejores condiciones de ingreso y de vida para toda su familia, y otro segmento importante, son los que han salido huyendo de la violencia y del crimen de sus comunidades en donde ya les resulta imposible… vivir.

Aunque la mayoría son mexicanos, contrario a lo que se piensa, el Gobierno de México ha detenido hasta octubre de 2021 a 228,115 personas migrantes que transitaban por su territorio de manera irregular. La cifra bate el récord de las detenciones de migrantes de los últimos ¡20 años! primero era por las amenazas de sanciones económicas por parte de Donald Trump, pero con Biden ha sido ¡peor! pues a las mátalas callando ya rebasamos y ¡por mucho! las de Trump, solo las de 2021, ya representan un incremento de 37% respecto a 2019, año anterior a la pandemia, de acuerdo a los datos oficiales de la Unidad de Política Migratoria de la Secretaría de Gobernación (Segob).

Solo unidos, sociedad, gobierno, científicos, académicos y expertos en cada uno de los temas que tienen convulsa a nuestra nación, es que podríamos lograr un ¡ya basta! Un borrón y cuenta nueva, así como un alto en el camino, y un después, o un mañana, con mejores perspectivas de vida y oportunidades para todos, en especial, para las nuevas generaciones, sobre todo para nuestros hoy niños, que es donde debemos centrar nuestra atención en el México y la vida que, los hoy adultos, les vamos a heredar, pues así como vamos, seremos todos los culpables de legarle a nuestros hijos, un país que nosotros no vivimos. y que, ante la desidia e indiferencia, nos habrá el futuro de señalar como culpables e ineptos.

P.D.- Muchísimas felicidades a todas las mamás y mamacitas lectoras de NOTIVER por el pasado 10 de mayo, así como a todas las maestras y maestros veracruzanos con cariño por sus enseñanzas, paciencia y dedicación por este día 15. ¡muchos besos!

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CD/YC