La última y nos vamos

Tres instituciones de la Sociedad Civil: el Instituto Mexicano para la Competitividad -IMCO-; México Evalúa y México como vamos, realizaron un estudio de las finanzas públicas del actual gobierno de México.
Por ello, dos representantes de esas instituciones platicaron con un analista y conductor de la televisión nacional: Mariana Campos, directora de México evalúa y Valeria Moy, directora del Instituto Mexicano para la competitividad.
Veamos sus opiniones.
Habla Mariana Campos:
Los ingresos públicos de México han crecido muy poco. Han aumentado los riesgos fiscales en los últimos años a una tasa del 6.5 %. Por el otro lado, tenemos un gasto que crece al 13% y por otro más, también hemos tenido gastos muy importantes que no necesariamente están financiando los servicios directos a la población, como a la salud.
Tenemos transferencias a PEMEX muy generosas: Un Billón y medio de pesos en este sexenio; es decir: Un millón de millones de pesos, más 500 mil millones de pesos. Es mucho dinero -digo yo-, sobre todo si se trata de empréstitos a las financieras exteriores cuyos préstamos se ofrecen para ponerlos al servicio del desarrollo y no para pagar los intereses de la deuda.
Quiere decir -el préstamo en este sexenio-, ha sido a un ritmo promedio, en cinco años, de trescientos mil millones de pesos que fueron a parar al drenaje de la historia: ya están gastados y PEMEX conservando -también digo yo-, una deuda ya impagable que parece va a ser por los siglos de los siglos. Es decir que -dice Mariana Campos-, al mismo tiempo, tenemos presión por el aumento del endeudamiento por el costo financiero que tiene tasas elevadas de mucho tiempo.
Lo que está pasando, dice Mariana, es que el gobierno no ha podido generar un plan de sustitución de los ingresos petroleros porque han venido cayendo desde hace tiempo: se han "des petrolizado" las finanzas públicas en los últimos años y no ha habido un plan de transición.
La idea de no tener una reforma fiscal no ha resultado tan buena.
Estoy a favor de una reforma fiscal -dice Mariana-, siempre y cuando tengamos también una real atención al tema de PEMEX. Le llamaría una reforma a la hacienda pública , a la arquitectura del gasto público y a la toma de decisiones.
Tenemos mecanismos muy discrecionales.
Dejar de recaudar y se le perdona a PEMEX y se le recorta a la salud.: no estamos financiando a un proyecto de país, a un proyecto de estado; estamos financiando al proyecto de un grupo político.
Creo que hay que cambiar, ajustar esos mecanismos discrecionales porque desde el momento que México entró a una dinámica de transición democrática, las campañas políticas se han vuelto muy importantes -que demandan infinitos recursos, digo yo-.
Tenemos que cuidar el gasto público; tenemos que garantizar los derechos de los ciudadanos, concluyó Mariana campos.
Habla Valeria Moy:
Cuando se habla de reforma fiscal, de inmediato se piensa en más impuestos.
Creo que la reforma fiscal debería ir por el lado del gasto, con una estructura fiscal que no está siendo suficiente para cambiar ante la sociedad, como está cambiando la sociedad mexicana y que, con esa idea, ir agregando derechos y programas a través de la constitución. Creo que hay mucho lo que tenemos que resolver con una reforma fiscal que no está precisamente relacionada con los impuestos. A veces se nos olvida que lo que está al otro lado ya no es la política fiscal sino es propiamente el gasto.
Creo que PEMEX, hoy, es uno de los grandes hoyos negros.
Por primera vez en muchos años tuvo utilidades, que palidecen ante los apoyos que se le ha dado. Se tuvieron ciento nueve mil millones de pesos en utilidades, que no tiene nada que ver con el monto de las transferencias que se le han estado dando a PEMEX, que es mucho más.
Sumando lo de todos los años, llegamos a una cantidad tremenda: Un billón y medio de pesos:
109 mil millones de pesos de utilidades en un año, contra 167 mil millones de pesos, también en un año, con el endeudamiento adquirido -digo yo-. Esas utilidades del 2023, fueron producto de los altos precios del crudo en un tiempo pasajero -también digo yo-.
Algo no se está haciendo bien con la estructura fiscal de la petrolera.
Hay que pensar, pues, en una reforma fiscal, pero no únicamente en mayores impuestos. No va por ahí la reforma fiscal que México necesita.
En el próximo año, habrá de ser necesario una reforma fiscal porque no va alcanzar.
De inmediato, Mariana Campos acotó: Es correcto y afirma que el mismo gobierno lo habrá de aceptar cuando presente el próximo paquete económico a la cámara de diputados.
¿Que vamos a recortar?
¿El gasto de las pensiones para adultos mayores que ya es mandato constitucional y compromiso de sangre de la segura ganadora Xóchitl Gálvez? ¿El servicio de la deuda que no se puede posponer ni un segundo?
Los grandes gastos son, dicen estas mujeres profesionales e inteligentes:
Pensiones , IMSS, Adultos Mayores. Son los más fuertes.
No está fácil hacer los recortes que el actual gobierno plantea. No especifica, pero deja en claro la necesidad al pedir el endeudamiento de un billón y medio de pesos. Tuvo que especificar como va a bajar la deuda que acaba de adquirir para los siguientes años. Ahí debe haber una propuesta de ajuste fiscal en el gasto.
Va a ser difícil si no se pone a PEMEX en la mesa de la discusión, analizando:
1.- Las transferencias financieras a PEMEX.
2.- Más la reducción del DUC: derecho de utilidad compartida, que es el impuesto que paga PEMEX.
Se tendrá que discutir el tema de PEMEX y hacer cambios en su marco fiscal. Se trata de hacer una reforma fiscal en finanzas públicas que habrá de tocarle a Xóchitl -digo yo-, porque es la que va a ganar y tiene el valor para hacerlo.
PEMEX es un elemento clave en las finanzas públicas del gobierno.
Xóchitl sabrá como hacerlo rentable.
De eso, estoy seguro.
En mi próximo artículo habré de escribir sobre los grupos artísticos de la Universidad Veracruzana y la gran tarea que deberá tener la Universidad Veracruzana en la reconstrucción de México.
¡Salgan a votar el 2 de junio!
Es la gran responsabilidad de sus vidas.

CD/GL