Dic 16, 2021 / 20:43

Asalto a la Soledad

Tierra de Babel

Jorge Arturo Rodríguez

El título de la presente colaboración “Asalto a la Soledad”, tiene doble sentido y quizás otros más (siempre es de acuerdo al lector): asaltan a la pobre Soledad, es decir, a Chole, a una persona que sin deberla ni temerla, en la calle o en su propia casa, ya sea por extraños o por familiares o amigos que pal caso da igual, y mucha suerte tiene de no ser violentada, asesinada o desaparecida, lo cual le sucede a cualquier, sea del género que sea, edad, religión, status social, aspiracionista, conformista, pusilánime… aunque se le recarga más la mano, ahora, a cierto género e inclinación, incluso de ser partidario de melón o de sandía, porque la polarización va en aumento, aquí no cabe medias tintas, ni abstención, eres o no eres, estás conmigo o estás en contra de mí; ya de los pobres jodidos ni hablemos, desde que nacen son asaltados por la misma vida.

El otro sentido es de asaltar a la soledad, entendiéndose el término “soledad” por “carencia voluntaria o involuntaria de compañía”, según la RAE. Para muchos la soledad es aterradora y tratan de evitarla a toda costa y costo (ya se ve el consumismo, a decir de los psicólogos), pero “¡Oh soledad, cuán superpoblada estás!”, escribiera S. T. Lec. Ya saben que dos son multitud.

En el primer caso, la situación se torna cada vez más cruel y bien que lo sabemos y a lo mejor lo hemos padecido. Y ahí se las dejo. En el segundo caso, se trata de asaltar a la soledad. ¿Cómo? Si gustan de la soledad, disfrútenla, sáquenle provecho. No es menester aquí ponernos seudos filósofos, psicólogos, sabelotodo. Sólo recomiendo asaltar a la soledad con poner en práctica el verbo “reír”. Pero antes de continuar, déjenme ponernos a reflexionar tantito con los siguientes versos de Stephen Crane, citado por Paun Auster en su libro La llama inmortal de Stephen Crane:

En el desierto

vi una criatura, desnuda, bestial,

que, agachándose en el suelo,

sostenía el corazón con las manos

y se lo comió.

Dije: “¡Está bueno, amigo?”.

“Está amargo, amargo”, me respondió,

“pero me gusta

porque está amargo

y porque es mi corazón”.

Creo que se entiende, y si no, pos qué puedo hacer. El chiste es que hace unos días leí la siguiente nota: “De acuerdo con un artículo publicado en Business Insider, hace 20 años el psicólogo Richard Wiseman creó una página con 40 mil chistes, y pidió a todos los visitantes que votaran una serie de bromas aleatorias. Todo esto para intentar hallar cuál es el chiste que más hace reír en el mundo, y el más votado entre las más de 1.5 millones de personas que participaron fue el siguiente:

“Dos cazadores están en el bosque cuando uno de ellos se desmaya. No parece estar respirando y sus ojos están vidriosos. El otro hombre agarra el teléfono y llama al servicio de emergencias. Dice jadeando al operador: “¡Mi amigo está muerto! ¿Qué puedo hacer?”

El operador con un tono de voz calmado y suave le responde: “Tómelo con calma, puedo ayudar. Primero, vamos a asegurarnos que está muerto”. Se hace un silencio, luego se escucha un disparo. De regreso al teléfono, el cazador dice: “Y, ¿ahora qué?””. (razón.com.mx, 12/12/21).

Siendo sincero, no entendí y, en consecuencia, no me reí. Pos claro, todo depende del cristal con que miremos y hasta donde lleguemos con nuestro grado de seriedad o alegría de ver y tomar el mundo. Al mal tiempo, buena cara. Por ejemplo, a mí me dieron mucha risa las declaraciones del Papa Francisco que con sentido sarcástico expresó que el sexo fuera del matrimonio no es el pecado más grave si no “la soberbia y el odio”. Y agregó: “Aunque si bajo el acuerdo de la relación existe un acuerdo de exclusividad, el tema de la infidelidad debe dialogarse. Si bien no es como tal un "pecado", sí algo que puede causar incomodidad en las parejas, de acuerdo con psicólogas.” (lasillarota.com.mx, 09/12/21). ¡Ah qué cabrón! Me carcajeé. En el fondo, le doy la razón (toda proporción guardada), porque lo que más nos está haciendo daño es, precisamente, la soberbia y el odio. Entre otros pecadillos. ¿O no? La infidelidad, ahí se las dejo de tarea.

Los días y los temas

Felices fiestas navideñas, que no fiestas decembrinas, dijera el mismo Papa Francisco. Y que tengan un excelente año 2022. Ándense con cuidado, hijas, hijos, hijes míos…

De cinismo y anexas

-¿De qué murió?

-La Soledad lo mató.

-¿Siempre vivió solo?

-No, la Soledad era su novia y lo cachó con la Yessica en la cama.


Que tengan una soledad King Size.

Ahí se ven.

CD/GL

* Las opiniones y puntos de vista expresadas son responsabilidad exclusiva del autor y no necesariamente reflejan la línea editorial de Cambio Digital.

Otras Columnas:

Mar 26, 2024 / 14:33

Una vida tranquila

Mar 12, 2024 / 22:50

Humor y amor, no la guerra

Mar 07, 2024 / 17:11

Mujeres libres

Feb 28, 2024 / 19:45

¿Cómo secar la violencia?

Feb 21, 2024 / 17:14

Paz o sumisión…

Feb 14, 2024 / 20:05

Amor, amistad y caos

Feb 06, 2024 / 23:34

Las piedras rodando…

Ene 22, 2024 / 16:47

No te calientes granizo

Ene 10, 2024 / 22:58

Feliz 2024

Dic 04, 2023 / 18:19

El Sentido Final

Nov 07, 2023 / 18:15

Un ladrón en la noche

Oct 16, 2023 / 20:22

El reloj en las horas felices

Oct 09, 2023 / 19:43

Ebrio de México

Oct 04, 2023 / 09:58

Pensar sin pensar

Sep 19, 2023 / 18:10

¿Qué hizo Dios el octavo día?

Sep 04, 2023 / 20:21

¿Verdad o mentira?

Ago 28, 2023 / 17:00

El árbol habla

Ago 24, 2023 / 21:20

Caminito de la escuela y más allá…

Ago 21, 2023 / 17:08

En la encrucijada

Ago 07, 2023 / 17:12

Indiferencia e ignorancia

Ago 01, 2023 / 20:16

¡Qué barbieriedad, Oppenheimer!

Jul 12, 2023 / 23:54

Abramos los ojos

Jun 20, 2023 / 18:25

Ranas hervidas

Jun 12, 2023 / 17:57

Para tener dulces sueños

May 31, 2023 / 20:47

¿Cómo hemos llegado hasta aquí?

May 19, 2023 / 17:44

Una antena para sintonizarnos

May 08, 2023 / 18:06

Por mi madre, bohemios

Abr 27, 2023 / 00:37

La niñez sin fantasía

Abr 20, 2023 / 17:30

Hablar, hablar y hablar

Abr 13, 2023 / 18:43

Si no leo, me aburro

Abr 10, 2023 / 18:54

Lágrimas de sirena

Mar 28, 2023 / 18:25

La armonía del universo

Mar 22, 2023 / 19:10

El reloj climático

Mar 14, 2023 / 18:51

Frasquitos de felicidad

Mar 08, 2023 / 18:12

Si yo fuera mujer

Mar 01, 2023 / 21:00

¡Qué pronto se hace tarde!

Feb 16, 2023 / 09:36

La forma endiablada del endiosamiento

Feb 01, 2023 / 19:15

Mañana: El amor

Ene 20, 2023 / 20:16

La construcción de la jaula

Ene 10, 2023 / 19:54

La realidad real

Nov 07, 2022 / 19:22

La verdad verdadera

Oct 18, 2022 / 20:19

Ceguera peligrosa

Oct 03, 2022 / 18:27

El tiempo que te quede libre

Sep 05, 2022 / 22:41

México vs México

Ago 29, 2022 / 20:00

En la plenitud de la senectud

Ago 23, 2022 / 21:54

¿De qué hablamos cuando hablamos…?

Ago 17, 2022 / 17:53

Ver para creer

Jun 15, 2022 / 20:57

Cuentas claras, gobiernos…

Jun 07, 2022 / 17:47

La humanidad en ruinas

May 31, 2022 / 22:20

La vida es un carnaval

May 23, 2022 / 21:22

México es México

May 04, 2022 / 00:04

La cultura lo es todo: Karla Montano

Abr 27, 2022 / 22:44

Cerebros ciegos, otra vez…

Abr 20, 2022 / 23:27

¡En la Madre Tierra!

Abr 06, 2022 / 20:20

Todo es ahorita

Mar 29, 2022 / 22:58

El diablo viene por todos

Mar 16, 2022 / 19:29

Al final, ¿cómo es el asunto?

Mar 09, 2022 / 21:12

Seguir con lo que sigue

Mar 02, 2022 / 19:58

¿Para qué chingaos nos sirve la memoria?

Feb 22, 2022 / 20:33

Nada del otro mundo

Feb 15, 2022 / 18:35

Segura inseguridad

Feb 08, 2022 / 20:08

Transparentar el amor

Feb 01, 2022 / 21:05

Muerte por indiferencia

Ene 26, 2022 / 20:40

El monstruo más grande

Ene 11, 2022 / 21:15

¿A qué le tiras cuando sueñas, mexicano?

Dic 06, 2021 / 17:34

La humanidad en el naufragio

Sep 21, 2021 / 19:36

La memoria contra el olvido

Ago 10, 2021 / 18:58

Alma mater, enfermita