* Dicen que voy avanzando, que con las pasadas a tribunas ven cómo se va pasando la angustia

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Llegaron dos excelentes amigos, además me trajeron sendas cartas de otros que no pudieron venir, se les entiende.

Una charla agradable, afuera todo sigue igual, los mismos chismes. Las mismas broncas, nada que perderse. Nada ha cambiado.

Y uno preocupándose por ellos y todo sigue igual. Los calores son intensos, una temperatura de casi 42 grados, pero no hay problema, no venimos de vacaciones ni de luna de miel, nuestro principal objetivo es otro.

Vamos cada día encariñándonos con el programa que es lo importante. No he dejado de subir a la tribuna, todos los días a sacar la basura, mis compañeros me dan la ayuda gracias a Dios.

"El Padrino" o "Los Padrinos" ven que voy avanzando, me dicen que no soy el mismo de cuando llegué, me notan diferente, más voluntarioso, las legumbres que no me gustaban ahora las como con facilidad. De peso sigo igual, con el ejercicio baja uno algo, la comida es abundante y muy rica.

Tenemos salida en esta semana, no han confirmado, pero nos gusta salir aparte de compartir nuestras experiencias vemos cómo es afuera, aquí en el centro todo son bardas y alambrados.  

¿Es necesario que un A.A. siga asistiendo a las reuniones toda la vida?

No es necesario, pero - como dijo un miembro - "casi todos lo queremos, y puede que nos convenga a la mayoría".

A la mayoría de los alcohólicos no les gusta que se les diga que tienen que hacer alguna cosa por mucho tiempo. A primera vista, la idea de tener que asistir a las reuniones el resto de la vida, puede parecer verdaderamente desconsoladora.

La respuesta, otra vez, es que uno no está obligado a nada en A.A. Siempre puede decidir hacer una cosa o dejar de hacerla, incluso, buscar o no la sobriedad por intermedio de A.A.

La principal razón para que un alcohólico vaya a las reuniones de su grupo es permanecer sobrio hoy - no mañana o la semana entrante o dentro de diez años -. Hoy, el presente, es el único período de su vida, acerca del cual el A.A. puede hacer algo. No se preocupa por el mañana ni por "el resto de la vida". Lo que le importa es conservar hoy su sobriedad. Ya se preocupará del porvenir cuando éste llegue.

De modo que el A.A. que desee hacer lo que pueda para asegurar su sobriedad en el presente, probablemente continuará asistiendo a las reuniones. Pero su concurrencia siempre será con base a atender a su sobriedad inmediata. Mientras se acerque a A.A. de esa manera, ninguna de sus actividades, inclusive su concurrencia a las reuniones, puede parecerle una obligación a largo plazo.

Mañana, platico de la fuga de otro compañero.

PD. En Veracruz hay una oficina intergrupal que se llama “Paso 12”. Si alguien requiere de alguna información para dejar de beber el teléfono es 229 932 58 80 y un email: oficinaintergrupalveracruz@hotmail.com

CD/YC