* El whisky ni de gorra lo tomábamos, la cruda fue el martirio

42 de 90

Nunca ha sido un orgullo platicar de nuestras borracheras. La verdad es que nunca hubiéramos tomado. Con el alcohol nadie puede. Nunca se va acabar. No éramos exigentes para tomar. Lo que fuera. Lo que cayera. Nos gustaba empezar a tomar cerveza y luego lo clásico un ñarro. Es decir, un licor, principalmente ron, casi no nos gustó ni de gorra el whisky.

El ron blanco con un poco de limón y refresco de toronja era nuestra bebida favorita, luego le quitamos la cáscara de limón para evitar daño en el hígado, ideas nuestras pero al fin lo hacíamos.

Cuando la cruda apretaba que era casi a diario, fueron crudas tremendas, espantosas, entonces pedíamos un bull, era lo que nos curaba, pero además era para presumir a los demás briagadales. Esa bebida lleva cerveza, ron, ginebra, whisky, brandi, vodka, anís, fernet, de lo que me acuerdo, con dos que nos tomáramos estábamos ya listos para empezar a beber la primera del día.

Insistimos no es para presumir, no es orgullo hablar de esta etapa, pero era parte de nuestra rutina. Hoy en día, gracias a Dios que ya pasamos esa etapa, estamos en proceso de recuperación.

Era un martirio en que vivíamos. El alcoholismo es una enfermedad. Uno no bebe por gusto, es algo que arrastra a uno. Ningún alcohólico se siente orgulloso de serlo, sino que nos va arrastrando, es un callejón sin salida. Es pura oscuridad, no ve uno un claro. Afortunadamente Jesús fue el conducto de Dios y de él nos agarramos para salir de esto.     

¿Qué son las "recaídas"?

De vez en cuando se da el caso de que se emborrache un hombre o una mujer que ha logrado la sobriedad por intermedio de A.A. Para Alcohólicos Anónimos, una reincidencia de esa clase se conoce generalmente como una "recaída". Puede ocurrir durante las primeras semanas o los primeros meses de sobriedad, o aún después que el alcohólico ha logrado permanecer sobrio por varios años.

Casi todos los A.A. que han tenido esa experiencia dicen que su "recaída" se debe a causas específicas. Intencionalmente olvidaron que habían admitido ser alcohólicos y fueron víctimas de un exceso de confianza en cuanto a su capacidad para manejar el alcohol. O dejaron de ir a las reuniones y de asociarse con otros A.A. O se preocuparon demasiado por sus negocios o asuntos sociales y olvidaron lo importante que para ellos era conservar la sobriedad. O se dejaron fatigar y cayeron por haber debilitado sus defensas mentales y emocionales.

En otras palabras, la mayoría de las "recaídas" no son cosa que simplemente suceda.

Mañana hablaremos de si los besos de mi madre fueron suficientes para que dejara de tomar gracias a Dios.

PD. En Veracruz hay una oficina intergrupal que se llama “Paso 12”. Si alguien requiere de alguna información para dejar de beber el teléfono es 229 932 58 80 y un email: oficinaintergrupalveracruz@hotmail.com

CD/YC