Ago 04, 2022 / 07:22

Testimonios de Alcohólicos Anónimos: Hay que dejarse guiar

* No hay nada de golpes, sólo disciplina para combatir la soberbia y prepotencia

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Es una disciplina relajada en el centro de rehabilitación. Nada de golpes. No hay rudeza. Sólo disciplina. Se trata de bajar la soberbia. La prepotencia que la traemos a todo lo que da.

Y qué se hace para eso. La faena es una fuente inagotable. Hay que dejarnos guiar. No hacer nuestra santa voluntad. Saber respetar a los demás. Ser ordenados con nuestras cosas. En pocas palabras, nos forman para no ser inútiles una vez que salgamos. Debemos ser personas de bien, gentes normales. Saber convivir con nuestra familia y vecinos. No ser egoístas. Desprendernos de muchas cosas y como dijera la Madre Teresa de Calcuta, dar hasta que nos duela.

Aquí se aprende a vivir en fraternidad. Todos somos iguales, a pesar que hay gente de dinero y otros que con trabajo llegaron. Aquí donde estamos no hablamos de dinero ni de lujos, eso es aparte. Aquí hablamos de nuestra enfermedad. Todos somos iguales.

Hasta para ir al baño hay que echar humildad. Todo se pide con respeto. Antes de los sagrados alimentos tenemos que dar gracias a Dios por los alimentos que llegan hasta la mesa. Todos venimos a lo mismo, pero cada quien viene a lo suyo. La hora del baño es por grupos, de acuerdo a como vamos terminando la faena. Hay una hora para dormir, para levantarnos. Los alimentos no se desperdician y si algo no nos gusta hay que comerlo, eso es parte de nuestra propia recuperación.

Nada de golpes. Sólo a la hora de las terapias orientan y tratan de formar al alcohólico, no a la persona física. Todos somos buenos, el alcohol es quien nos transforma.

¿Cómo hace una persona para unirse a A.A.?

Nadie "se une" a A.A. en el sentido usual de la expresión. No es necesario llenar una solicitud. (En realidad, muchos de los grupos ni siquiera tienen lista de miembros). No hay que pagar cuota de matrícula ni contribuciones de ninguna clase.

La mayoría de las personas se asocian a A.A. con sólo asistir a las reuniones de un grupo local. Su introducción puede ocurrir de varias maneras. Puede que, habiendo llegado al punto en que sinceramente querían dejar la bebida, se hayan puesto en contacto voluntariamente con A.A.

Otros pueden haber sido llevados a un grupo local de A.A. por un amigo, un pariente, un médico o un consejero espiritual.

Generalmente, un recién llegado a A.A. tiene oportunidad de hablar con uno o más de los miembros locales antes de asistir a su primera reunión. Tiene oportunidad de informarse sobre cómo A.A. les ha ayudado a esas personas. Obtiene información sobre el alcoholismo y A.A. que puede ayudarle a determinar si está o no honradamente preparado para dejar el alcohol. El único requisito para ser miembro es querer dejar la bebida.

A.A. no hace cruzadas para conseguir nuevos miembros. En caso de que después de asistir a varias reuniones, el recién llegado decida que no le conviene seguir, nadie lo instará a que continúe en la Comunidad. Puede que se le diga que considere imparcialmente lo que debe hacer, pero nadie tratará de convencerlo de nada. Sólo el alcohólico mismo, y por sí mismo, puede decidir si necesita o no unirse a A.A.

Frase: La vida no se trata de ser un ganador o un perdedor, se trata de ser uno mismo y dar lo mejor.       

Mañana hablamos que gracias a Dios sigue llegando más gente al Centro de rehabilitación para alcohólicos y drogadictos.

PD. En Veracruz hay una oficina intergrupal que se llama “Paso 12”. Si alguien requiere de alguna información para dejar de beber el teléfono es 229 932 58 80 y un email: oficinaintergrupalveracruz@hotmail.com

CD/YC

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