Abr 07, 2024 / 07:58

Políticos no tienen llenadera

Las elecciones están a la vuelta de la esquina. Muchos van a pagar el precio por imponer a candidatos. Y mire que sorprende ver candidatos que, sin ningún pudor, han ido pasando, cual saltimbanqui, de un grupo a otro, de un nido a otro, sin apego a ninguno; y más bien sí con un gran irrespeto a los espacios que los albergaron, aunque fuera algún tiempo. Cierto es que los partidos políticos están, lamentablemente en profunda crisis y que, más que partidos políticos, en el estricto sentido, lo que tenemos son grupos que se forman exclusivamente para enfrentar un proceso electoral y buscan extender esa efímera inscripción para convocar a casi cualquier interesado, por no decir a algún títere con cabeza, para seguir teniendo una débil vigencia, que es más en el papel que en el sentir y respaldo ciudadano.

Adicionalmente a ello, sorprende que en los paneles publicitarios de no pocos candidatos ellos se presenten como “salvadores”, o que sientan que pueden tener una presencia mesiánica. Más de uno se atreve a insinuar que, con ellos en la conducción, sus distritos serán “como deben ser”, sin indicar cuál es ese destino maravilloso al que quieren conducir a algunos incautos y soñadores. La situación actual lleva a muchos a necesitar soñar con la esperanza de un mañana mejor, aunque sea a nivel distrital; porque con lo que se vive a nivel central, las esperanzas son nulas.
A un movimiento o partido se le nota la decadencia cuando los cargos importantes, los cargos dirigentes, son ocupados por las mismas personas, sin variación alguna y hasta con los mismos argumentos. Un movimiento está estancado cuando no ha producido elementos nuevos que estén dispuestos a cubrir de manera individual o colectiva una responsabilidad mayor.
Muchos no es que estén en contra de la reelección en cargos, por ejemplo, de guía de un partido, pero sí es de reflexionar los que se refieren a cargos de elección popular, es decir, cargos oficiales en los que la gente tiene la “oportunidad” de votar por uno u otro.
Algunos actores políticos dicen que no se trata de “compartir el poder”, sino de un proceso de renovación que implique que personas con ideas nuevas puedan ocupar esos cargos.
Una reelección solamente se justifica, y eso de manera un tanto forzada, cuando el elemento es de toda la confianza del movimiento o partido y sus resultados han demostrado que hay la necesidad de que continúe para que pueda seguir el trabajo bien encaminado.
Sin embargo, cuando no hay resultados o peor, los resultados son negativos, no hay razón para que el elemento continúe en el cargo, y si es nuevamente seleccionado para serlo es porque el movimiento o partido está en decadencia, no ha producido nuevos elementos, envejeció a tal grado que no se renueva.
Esto es algo que le ha ocurrido de forma rápida en el partido oficial, pues a pesar de que va a ser la segunda administración federal y la tercera a nivel local, los resultados son negativos, pero además no ha tenido la capacidad de producción de liderazgos, por lo que tiende al reciclaje.
Hace unos días, la comisión encargada de la selección de candidatos de ese partido anunció a 42 aspirantes que cumplieron en tiempo y forma con la convocatoria de precandidaturas a alcaldías del Estado de México. Sin embargo, de esos 42, el 33 por ciento va por la reelección, mientras que al menos el 30 por ciento son gente desconocida para la población.
Dentro de esa lista aparece el nombre del actual alcalde de Ixtapaluca, Felipe Arvizu de la Luz, que ha sido cuestionado en distintos rubros de la administración municipal, por ejemplo el que no haya tenido una estrategia de seguridad, convirtiendo al municipio en uno de los diez más peligrosos del Edomex; que no haya hecho obra social, dejando incluso en el abandono total lo que ya existía, que su gobierno cerrara las puertas a las peticiones ciudadanas, que no hay solucionado temas vitales como el agua potable, pese a que fue su compromiso de campaña. Aun así, pretende la reelección.
Esto no es de llenadera, los candidatos en Veracruz deben tener en mente que primero está la elección de 2024 y luego 2025.
Tienen que tener una agenda estratégica y promoción eficiente. Ser emotivos en el discurso, hay preguntas y mensajes, no preguntas y respuestas.
Hay que pedir aplausos a alguien que admiren o reconozcan, alguien que esté presente en el mitin. El candidato debe contar una historia personal o familiar del lugar que visita. Se vale repetir lo más importante del mensaje.
Hay que crear una fotografía ganadora.

Otras: