May 14, 2022 / 15:55

Perdió 367 mil estudiantes el bachillerato en tres años

Desde 2019, la matrícula de educación media superior del país experimentó una reducción de 366 mil 954 jóvenes, advierten investigadores del Tecnológico de Monterrey y de la organización civil México Evalúa.

En el estudio Restando oportunidades: caída en la matrícula de la media superior y superior, destacan que en el ciclo 2018-2019 había a 5 millones 177 mil 279 estudiantes en este nivel educativo, pero para 2021-2022 hay 4 millones 810 mil 325 de alumnos.

El documento resalta que por tercer año consecutivo se registra una caída de 2.5% en la matrícula de educación media superior y de 0.5% en superior, situación que afecta más a los hombres que las mujeres.

“Las tendencias actuales muestran una compleja situación y los cambios positivos que se están presentando no son aún suficientes para contrarrestar los efectos negativos sobre la matrícula en los últimos años”, señala el documento.

“Preocupa descenso de matrícula”
El punto más preocupante es cuando inició el sexenio del presidente Andrés Manuel López Obrador, pues desde esa fecha ha descendido la matrícula de la educación media superior. Para darnos cuenta del tamaño de lo que representa esta caída, es como si cerráramos en el país todos los planteles del Conalep existentes, dice Marco Fernández, uno de los autores de ese estudio e investigador de la organización civil México Evalúa.

Explica que el descenso de la matrícula se venía registrando antes de la pandemia de Covid-19: “Nosotros alertábamos que preocupaba esta caída. Es al primer gobierno del siglo XXI que se les cae la matrícula de educación media superior, lo que evidencia el fracaso de las becas a estudiantes”.

Profesor investigador en la Iniciativa de Educación con Equidad y Calidad de la Escuela de Gobierno y Transformación Pública del Tec de Monterrey, Daniel Hernández, explica que las caídas en la matrícula de primer ingreso a la preparatoria fueron de 93 mil 181, entre 2018-2019 y 2019-2020; de 151 mil 755 entre 2019-2020 y 2020-2021; y de 122 mil 18 entre 2020-2021 y 2021-22.

Comenta que la actual matrícula de educación media superior es de más de 4.9 millones de estudiantes, que es la que se tenía en el ciclo escolar 2015-2016.

“Estamos hablando que hemos perdido un gran volumen de estudiantes que nos lleva al nivel de la matrícula que teníamos hace seis años. Este me parece que es un dato dramático”, asegura.

Señala que durante estos últimos años ha descendido el nuevo ingreso a la educación media superior, y explica que antes del arribo a México de la pandemia por coronavirus entraban a primer año de bachillerato más de 2 millones de estudiantes “y ahora sólo ingresaron un millón 900 mil en el último ciclo escolar”.

Especialista en temas educativos, Noemí Herrera Ortiz expone que la educación es el factor más importante para mejorar los ingresos y que los salarios están estrecha y directamente relacionados con la escolaridad. Entre más sea ésta, mejores serán las percepciones: “Lo que hemos visto es que los chavos ya no continúan con sus estudios de preparatoria por cuestiones económicas o por falta de incentivos para continuar preparándose escolarmente”, dice.

Subraya que la matrícula de estudiantes para el ingreso al primer año de preparatoria aún no logra colocarse en el nivel que se encontraba hasta antes de la pandemia.

Herrera Ortiz asevera que las condiciones que les esperan a los más de 366 mil jóvenes que no se inscribieron a la preparatoria, un gran porcentaje no continuará con sus estudios “con lo que les esperan condiciones laborales deplorables, ya que sólo ganarán hasta dos salarios mínimos como percepciones mensuales”.

Al respecto, Erik Avilés, director de Mexicanos Primero, Capítulo Michoacán, expresa que “el peor bache en las tendencias históricas de las trayectorias educativas de los jóvenes mexicanos es justamente en educación media superior, donde se dan los máximos picos de abandono escolar, la peor eficiencia terminal y se cae la tasa de absorción.

“En estos tres últimos años, la actual administración no ha diseñado ni instrumentado políticas públicas para revertir tendencias, por lo cual su actuación puede calificarse de inercial”.

Y refiere que la política educativa sexenal para educación media superior y superior no ha logrado superar las pruebas de ácido que constituyen mejorar el acceso, la permanencia y la concreción de trayectorias completas

“Las tendencias no les favorecen a los funcionarios del gabinete educativo, pero quienes en realidad padecen las consecuencias de sus desaciertos son los jóvenes mexicanos”, acusa.

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