Ago 14, 2021 / 13:43

Papa Francisco nombra nuevo obispo de Iztapalapa

La Nunciatura Apostólica en México dio a conocer este sábado 14 de agosto que la Diócesis de Iztapalapa tiene un nuevo obispo.

El cambio sucedió después de que el Papa Francisco aceptara la renuncia de monseñor Jesús Antonio Lerma Nolasco y nombró a monseñor Jorge Cuapio Bautista al frente de esta iglesia particular.

Monseñor Jesús Antonio Lerma, tras cumplir 75 años de edad, presentó su renuncia el año pasado. Desde entonces no se había nombrado oficialmente a quien sería su sucesor en el cargo.

El obispo electo, Jorge Cuapio Bautista, nació en abril de 1967 en Santa Ana Chiahutempan. Estudió Filosofía en la Universidad Popular Autónoma de Puebla y Teología en la Universidad Pontificia de México.

Como el tercero de 9 hermanos, Jesús creció en el mencionado municipio de Tlaxcala bajo el cobijo del matrimonio entre don Pascual Ascensión Cuapio Rugerio y doña Sara Bautista Gijón.

En agosto de 1992 recibió la ordenación presbiteral para la Diócesis de Texcoco y ese mismo año viajó a Roma para estudiar Teología del Matrimonio y de la Familia en la sede central del Instituto Juan Pablo II para el matrimonio y la familia.

Dentro de la Diócesis de Texcoco, ha desempeñado su servicio pastoral en cuatro parroquias, tal como en San Salvador Atenco.

Asimismo es pertinente destacar que es profesor de filosofía en el Seminario Mayor, además de ser miembro del Consejo Presbiteral y del Colegio de Consultores.

JESÚS ANTONIO LERMA, AHORA EX OBISPO

Jesús Lerma ocupó el cargo de obispo titular de Aulona y Auxiliar de la Arquidiócesis Primada de México en el año 2009, cuando fue nombrado por el Papa Benedicto XVI.

Originario de Jalisco, Nayarit, fue nombrado como primer obispo de la Arquidiócesis de Iztapalapa: establecida en el año 2019 por el Papa Francisco, es considerada una de las más grandes del mundo.

La razón de su renuncia ya había sido anticipada y obedeció a cuestiones puramente administrativas. El número 401 del Código de Derecho Canónico establece las reglas que en este caso se respetaron.

“Al obispo diocesano que haya cumplido setenta y cinco años de edad se le ruega que presente la renuncia de su oficio al Sumo Pontífice, el cual proveerá teniendo en cuenta todas las circunstancias”, indica dicha sección del Código.

Con información de: 24Horas

CD/YC

Notas del día: