Feb 19, 2022 / 15:03

Observación electoral y revocación de mandato

Anaquel

Omar González García

En la sesión ordinaria que hacia fin  de este mes realicen los cuerpos colegiados que nivel distrital hacen funcionar al Instituto Nacional Electoral (INE), deberán aprobar a los ciudadanos que habiendo cumplido los requisitos señalados en la convocatoria difundida por el INE, han decidido participar como observadores de la revocación de mandato a celebrarse el segundo domingo de abril de este año 2022.

Se trata, en cierto sentido, de una observación sui generis dado que, aunque no se trata de un proceso electivo, las reglas básicas son las mismas y adicionalmente quienes en 2021 fungieron como tales, estuvieron en posibilidad de revalidar su condición, independientemente de quienes decidieron sumarse por primera vez como participantes de la observación.

La importancia de la observación en este ejercicio de revocación es clave para que la ciudadanía entienda de qué se trata; de cómo se reciben las papeletas en las mesas receptoras de las mismas, cómo se cuentan in situ por los ciudadanos integrantes de las mismas y cómo se trasladan a las juntas distritales –300 en todo el país—espacios físicos donde funcionarán los consejos distritales que a partir de llegada del primer paquete validarán, en acto continuo, los resultados que las actas levantadas en cada mesa receptora consignen. En dicho acto los observadores también podrán hacerse presentes y constatar, para efectos de la rendición de informes al propio INE, lo que vieron.

El ejercicio de observación del proceso de revocación de mandato adquiere hoy una importancia capital en tanto que compete a la ciudadanía erigir el valladar que impida las distorsiones democráticas; distorsiones que, como se sabe –lo explica Diego Fonseca, creador de esa irrefutable categoría de análisis que para simplificar denominamos Amado líder**-- provienen tanto de outsiders externos tipo Donald Trump o Pedro Castillo en Perú, que de outsiders internos pero populistas todos; políticos o aspirantes serlo y que partir de un discurso falaz “…procura generar una conexión personal con las masas mientras persigue, transparentemente o no, políticas neoliberales”: concesión de bienes públicos; manejo irresponsable de recursos públicos travestidos de política social, reversión de obras a precios dos o tres veces mayores que la obra revertida; políticas discriminatorias y, por supuesto, la reiterada y falaz invocación a lo justo como antípoda de lo legal sin mayor argumento.

De ahí la importancia del ejercicio de observación ciudadana del proceso de revocación de mandato por parte de los ciudadanos; validar que los pasos en torno a esta figura novedosa e inédita, se den en el marco de la democracia constitucional y el estado de derecho por todos los actores de la misma: los ciudadanos y el Instituto Nacional Electoral en cuya base y vértice hay ciudadanos, no súbditos ni empleados.  

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*Consultor en materia constitucional.

**Fonseca, Diego, Amado líder (El universo político detrás de un caudillo populista, HarperCollins, México, 202, 725 pp.

CD/YC

* Las opiniones y puntos de vista expresadas son responsabilidad exclusiva del autor y no necesariamente reflejan la línea editorial de Cambio Digital.

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