Ago 08, 2022 / 17:47

La mariposa monarca migratoria tiene esperanza

Hace 150 años se presentaban los primeros estudios detallados sobre la biología y migración de la mariposa monarca. En su tercer reporte científico sobre insectos dañinos y benéficos del estado de Misuri, el entomólogo estadounidense Charles Riley ofrecía las primeras observaciones sobre una de las migraciones continentales más espectaculares, la misma que acaba de entrar a la categorización “En Peligro”, según la actualización de la Lista Roja de Especies Amenazadas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), creada en 1963 como el inventario más completo del estado de conservación de especies de animales y plantas a nivel mundial.

La decisión de esta asociación de agregar a las mariposas monarca migratorias a su nuevo listado de especies en peligro de extinción es un importante paso en la protección de esta icónica especie. Científicos que han seguido el fenómeno desde hace muchos años, como Mark Hunter, especialista en Ecología y Biología Evolutiva de la Universidad de Michigan, quien ha estudiado las mariposas monarca y las plantas de algodoncillo durante más de dos décadas, se suma a las voces de los expertos que dicen que esta es en realidad una gran oportunidad para apoyar el vuelo de la mariposa monarca y subrayar los efectos del cambio climático, la deforestación y otros factores que han hecho decrecer las poblaciones de este insecto en su migración de Canadá a México.

Protección real

El doctor Bruno Oberle, director General de la UICN, ha señalado en relación a este fenómeno que para preservar la diversidad de la naturaleza, “se necesitan áreas protegidas y conservadas de manera efectiva y gobernadas de manera justa, junto con una acción decisiva para responder al cambio climático y restaurar los ecosistemas”. Para Oberle, en esta tarea es fundamental apoyar la conservación de la biodiversidad proporcionando servicios esenciales a las comunidades como alimentos, agua y empleos sostenibles que hagan funcionar en armonía los ecosistemas donde cohabita de manera más cercana el humano con la naturaleza. La Lista Roja tiene en la actualidad 147 mil 517 especies de las cuales 41 mil 459 están en la ctegoría de amenazadas de extinción.

La mariposa monarca migratoria es una subespecie de la mariposa monarca (Danaus plexippus). La población autóctona, conocida por sus migraciones invernales desde México y California, donde encuentra lugares de hibernación, hasta las zonas de reproducción de verano en Estados Unidos y Canadá, ha disminuido entre un 22% y un 72% en la última década. Para los especialistas de la UICN, el cambio climático ha impactado significativamente a la mariposa monarca migratoria y constituye una amenaza que se ha fortalecido, pues la sequía limita el crecimiento del algodoncillo, la planta huésped de la que se alimentan las larvas, y aumenta la frecuencia de incendios forestales catastróficos. Además, las temperaturas extremas desencadenan migraciones más tempranas, antes de que el algodoncillo esté disponible; además de que los episodios meteorológicos severos matan a millones de mariposas cada año.

Según datos de la UICN, la población occidental presenta un mayor riesgo de extinción, habiendo disminuido en un estimado del 99.9% entre 1980 y 2021. La población oriental, más grande, también disminuyó 84% entre 1996 y 2014. Sin embargo, el cambio climático no es el único factor que ha hecho descender las poblaciones. La tala legal e ilegal, así como la deforestación para sumar terrenos a la agricultura y el desarrollo urbano ya han destruido gran parte de los refugios invernales de las mariposas en México y California, mientras que los pesticidas y herbicidas utilizados en la agricultura intensiva en todo el área de distribución siguen matando a estos insectos y su fuente de alimentación.

147 MIL 517 especies tiene la Lista Roja actualmente; 41 mil 459 en amenaza de extinción.

La doctora Gabriela Jiménez, del Instituto de Ecología de la UNAM, señala que finalmente se trata de una cadena de factores. “Junto, atrás o adelante está el otro fenómeno, cuyas consecuencias en conjunto han contribuido a incrementar los riesgos de la migración monarca”. Sin embargo, la especialista señala que en el caso de México, la tala clandestina es la actividad que más ha determinado este deterioro. “Si no hay árboles donde pernoctar en México, simplemente no hay posibilidad de establecerse. La tala se debe evitar a toda costa”, dice y agrega que sin embargo quienes habitan esta zona del país a veces tienen que escoger entre proteger la naturaleza o proteger su vida. Uno de los mas recientes ejemplos de esto fue el asesinato hace dos años del activista medioambiental Homero Gómez, conocido como “El guardian de las mariposas”, quien había denunciado la tala clandestina y alzado la voz en contra de los grupos delincuenciales que controlan la zona, como el Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG).

Cada árbol cuenta

La densidad de los bosques de abeto u oyamel elegidos por la monarca en nuestro país, entre los límites del Estado de México y Michoacán, producen un ambiente específico de temperatura, humedad y viento. El deterioro o pérdida de los sitios de hibernación, modifica las propiedades de los microclimas necesarios para su supervivencia, pero los negocios de los grupos delincuenciales vulneran la seguridad de quienes se oponen a que se acabe con este santuario de la Monarca. Según datos de la Comisión Nacional Forestal (CONAFOR), 70% de la madera que se comercializa en México es de procedencia ilícita y en el último año se registró una pérdida de cobertura forestal por tala en esta zona de 5%; sin embargo, los expertos mantienen el optimismo ante las capacidades de adaptación de las mariposas que hacen valer los .4 gramos que pesan contra las vicisitudes de peso completo que enfrentan.

En su libro Migración Monarca (Alianza WWF-Fundación Telmex Telcel, 2020), Carlos Galindo Leal, uno de los principales investigadores en torno a este fenómeno, precisa los principales factores que afectan a los bosques mexicanos en la región de la monarca y después de la tala clandestina, se encuentran los aprovechamientos forestales legales realizados de manera deficiente, incendios, la conversión de bosque para usos agrícolas y el impacto del turismo mal planeado. Puntualiza otros fenómenos que aunque no lo parezca también tienen efectos en la regeneración de especies de árboles, como la extracción de musgo y hongos, el pastoreo de borregos y vacas, así como el crecimiento de poblaciones ferales de perros.

Alianzas científicas y sociales

Por otra parte, Anna Walker, miembro del Grupo de Especialistas en Mariposas y Polillas de la CSE-UICN y encargada de Supervivencia de las Especies en la New Mexico BioPark Society, quien dirigió la evaluación de la mariposa monarca, ha señalado que aunque es doloroso ver esta migración de la orden de los lepidópteros tambalearse, aún hay signos de esperanza a lo largo de todo su recorrido. “Muchas personas y organizaciones se han unido para tratar de proteger a esta mariposa y sus hábitats. Desde plantar algodoncillo nativo y reducir el uso de pesticidas, hasta apoyar la protección de los sitios invernales y contribuir a la ciencia comunitaria. Todos podemos jugar un papel para asegurarnos de que este insecto icónico se recupere por completo”.

“Hace 10 años las monarca migrantes llegaron a cubrir 16 hectáreas de nuestros bosques, mientras la temporada pasada tuvieron una ocupación de 2.10 hectáreas; sin embargo, hay optimismo cuando en la última migración (21-22) lograron subir la ocupación a un 2.84%”, señala la especialista del Instituto de Ecología de la UNAM Gabriela Jiménez, quien resalta la importancia de alianzas en nuestro país de instituciones federales con ONG e iniciativa privada, mediante las que se han logrado desarrollar importantes programas para proteger su migración a nivel nacional.

70% de la madera que comercializa México tiene procedencia ilícita: Comisión Forestal.

Gabriela Jiménez explica que además de la importancia de la difusión, son fundamentales los programas de turismo sustentable y el apoyo a la investigación. “Estamos hablando de un pequeño insecto, pero su investigación y monitoreo requiere de muchos recursos”, señala y puntualiza que se requieren herramientas y tecnología para seguirlas, como microchips, etiquetación, geoposicionadores, material humano y en general muchos recursos que requieren asociaciones entre diversas partes de la sociedad.

“Es fundamental realizar puntualmente el monitoreo que se realiza desde los años 70”. Se tienen que mantener los datos sobre su situación y cuando haya una disminución sustancial de todos los factores que la han desestabilizado podría cambiar su situación en la Lista Roja, pero no se puede saber cuando sucederá esto”, señala y agrega que finalmente es importante saber que la mínima acción (para bien o para mal) que se cruce en el camino de estas migrantes, determinará la permanencia de su impresionante viaje de alrededor de 4 mil kilómetros a través del continente, lo que equivaldría, en relación con su peso, a que un humano caminara más de 350 millones de kilómetros.

CD/JV

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