Ene 13, 2022 / 10:56

La Copa de África en el ojo de la polémica

El torneo arrastra varios casos, el más reciente el del árbitro central del Túnez-Mali acabó el partido antes de tiempo. Ante ello, hay reacciones de diferentes sectores

La polémica en el partido Túnez-Mali, acabado antes de tiempo por el árbitro, dañó la imagen de la Copa de África de Naciones (CAN), un torneo pendiente también de la evolución de la pandemia y de la violencia en el oeste de Camerún, el país anfitrión.

La imagen de los tunecinos enojados con el árbitro zambiano Janny Sikazwe, que dio por concluido el partido antes del tiempo reglamentado, sin dar oportunidad a los norteafricanos de tratar de empatar el descuento, dio la vuelta al mundo.

Vergüenza", "Farsa", "Mascarada", tituló la prensa tunecina.

Tras la victoria de Mali (1-0), Túnez no había presentado este jueves recurso alguno. La Conferencia Africana de Futbol (CAF) indicó por su parte que ha transmitido "todos los informes necesarios" a sus órganos competentes y no hará "otros comentarios" a la espera de lo que se decida sobre este fiasco que afecta a la credibilidad del futbol africano.

Leyenda del futbol camerunés, el antiguo portero Joseph-Antoine Bell, aseguró que la "imagen de la CAN no depende de los cameruneses, que no son responsables del árbitro; hay que preguntar a Patrice Motsepe", presidente de la CAF.

"LO NUNCA VISTO"

"Es solo la imagen de un hombre que se ha equivocado; será sancionado, como un jugador expulsado. Hay que dejar de pensar que cuando un negro hace algo, afecta a toda África", añadió Bell, comentarista de la emisora Radio France Internationale (RFI).

Que se hable más bien de la falta de juego limpio de los tunecinos", reclamó con ironía. "Después de todo, fallaron un penal, que no nos quieran hacer creer que iban a marcar en el descuento, tuvieron todo el partido para hacerlo".

Para Patrice Neveu, seleccionador de Gabón, este incidente "es más que malo para la imagen del torneo". "Es lo nunca visto. Si el árbitro pita el final antes de tiempo, sus adjuntos o el VAR pueden señalárselo", añadió.

Pero Neveu, positivo al covid-19, ilustra otro de los grandes problemas a los que se enfrente la CAN, al igual que el resto del planeta: la pandemia.

"Ninguna selección se salva del covid", lamenta el seleccionador de Cabo Verde, Humberto Bettencourt. 

La pandemia no solo debilita a las diferentes selecciones con jugadores enfermos, sino que impide que los estadios se llenen de público, salvo en los encuentros del anfitrión Camerún y los que disputa Nigeria en Garua, localidad cercana a la frontera entre estos dos países.

ENFRENTAMIENTOS EN BUEA

"Hemos tenido que cambiar nuestros planes. Teníamos dos partidos de preparación antes del torneo (que fueron cancelados) y a veces hemos tenido que trabajar con solo 11 jugadores y sin porteros", lamenta Bettencourt, el técnico adjunto que está sustituyendo al seleccionador Bubista, que se ha quedado en su país, víctima del covid-19.

Otra de las preocupaciones de los anfitriones cameruneses de cara al torneo era la seguridad y no se equivocaban. Este miércoles se registraron enfrentamientos armados entre separatistas anglófonos y fuerzas de seguridad en el oeste del país, amenazado también por los islamistas de Boko-Haram en el norte.

El torneo sufre también aún de improvisación, con obreros trabajando todavía este jueves en el nuevo estadio de Olembé, en Yaundé.

Antes de la competencia, la gran cita del futbol africano ya se había visto menospreciada por la reticencia de los clubes europeos de dejar a sus estrellas africanas.

Todo ello había hecho dudar incluso de la disputa de la CAN. Tuvo que ser el nuevo presidente de la Federación Camerunesa de Futbol, Samuel Etto'o quien reivindicase que el torneo se iba a celebrar en su país en las fechas previstas.

"Podemos elegir entre quedarnos con los bonitos goles de Iheanacho y Gradel o con lo hecho por el árbitro en el Túnez-Mali. ¿(Esos goles) Dan una mala imagen del torneo?", reivindica Bell.

Con información de: Excélsior

CD/YC

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