Oct 16, 2021 / 20:15

Hace su debut Jacobito Baca Valencia en la radio leyendo una fábula

Veracruz, Ver.- El pequeño de nueve años de edad y que cursa el cuarto año de primaria Jacobo Baca Valencia hizo su debut en un programa cultural de una emisora local y participó con la lectura de una fábula.

El pequeño estudiante comentó que esta fábula es una enseñanza y que ojalá pueda servir como una experiencia para quienes buscan lograr algo, que en la vida hay que ser perseverantes para lograr los diferentes objetivos trazados.

A continuación la fábula que leyó con gran entrega:

LA FÁBULA DE LA HORMIGA

En el bosque se encontraba una laguna de gran tamaño en donde vivían una gran cantidad de insectos. Ellos tenían la tarea de vigilar el desagüe de la laguna, revisando así con regularidad que la misma no se tapará. Limpiándola de hojas o ramas que pudieran caer sobre la misma e impidieran que luego pudieran salir.

Usualmente, esta tarea era responsabilidad de los escarabajos, ya que eran los insectos más fuertes y podían retirar lo que cayera con gran facilidad.

Un día cayó sobre el desagüe una sandía de gran tamaño tapando por completo la salida, siendo una tragedia para todos los insectos que se encontraban dentro de dicha laguna.

El escarabajo más fuerte se acercó e intentó moverla, aunque esto fue completamente imposible.

Seguidamente todos los escarabajos se acercaron a la sandía e intentaron moverla aunque no pudieron debido a lo grande y pesada que era dicha fruta.

Después de este fracaso los insectos más inteligentes se acercaron para observar lo que sucedía y tampoco encontraron ninguna solución por lo que, esta vez los insectos más sabios se reunieron para ver la sandía y sin saber que hacer planearon su huida. Ni los insectos más fuertes, inteligentes y sabios que se encontraban en aquella laguna pudieron encontrar una solución para quitar la sandía del desagüe.

En ese momento se acercó una hormiga muy pequeña y les dijo a todos los insectos que ella podría llevarse esa sandía. Todos los animales comenzaron a reírse y burlarse de la pequeña hormiga que creía tener la solución. De esta manera, la hormiga decidió llamar a todas sus miles de amigas de esta especie y cada una de ellas tomó un pequeño pedazo de la sandía. Mientras que los saltamontes les decían que no conseguirían nada con aquel esfuerzo inútil, ellas sin hacerles caso, continuaron hasta que quitaron por completo esta fruta del desagüe.

CD/YC

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