Jun 28, 2022 / 08:00

Evangelio del 28 de Junio de 2022

¿Señor, a quién iremos?. Tú tienes palabras de vida eterna. Jn 6, 68

Martes, 28 De Junio
Martes de la 13ª semana del Tiempo Ordinario
Calendario ordinario
San Ireneo de Lyon , San Pablo I

Evangelio según San Mateo 8,23-27.
Jesús subió a la barca y sus discípulos lo siguieron.
De pronto se desató en el mar una tormenta tan grande, que las olas cubrían la barca. Mientras tanto, Jesús dormía.
Acercándose a él, sus discípulos lo despertaron, diciéndole: "¡Sálvanos, Señor, nos hundimos!".
El les respondió: "¿Por qué tienen miedo, hombres de poca fe?". Y levantándose, increpó al viento y al mar, y sobrevino una gran calma.
Los hombres se decían entonces, llenos de admiración: "¿Quién es este, que hasta el viento y el mar le obedecen?".

Extraído de la Biblia: Libro del Pueblo de Dios.


San Agustín (354-430)
obispo de Hipona (África del Norte), doctor de la Iglesia
Sermón 63

“Sobrevino una gran calma.”
El sueño de Cristo es la manifestación de un misterio. Los tripulantes de la barca representan las alma que atraviesan la vida de este mundo sobre el leño de la cruz. Además, la barca es el símbolo de la Iglesia. Sí, realmente,… el corazón de cada fiel es una barca que navega sobre el mar; no puede naufragar si el espíritu se ocupa en buenos pensamientos.
Alguien te ha injuriado: es el viento que sopla a latigazos. Has montado en cólera: es la corriente que te arrastra. Surge la tentación: sopla el viento. Tu alma se turba: las olas se encrespan. ¡Despierta a Cristo, deja que hable él! “¿Qué clase de hombre es éste, que hasta los vientos y el lago le obedecen?”(Mt 8,27) ¡Imita el viento y el mar: obedece al creador! El mar escucha la orden de Cristo y tú ¿te vas a quedar sordo? El mar obedece, el viento se aplaca ¿vas tú a continuar soplando? ¿Qué queremos decir con esto? Hablar, agitarse, meditar la venganza ¿no es continuar soplando y rehusar apaciguarse por las palabras de Cristo? Cuando vuestro corazón está turbado ¡no os dejéis engullir por las olas!
Si, con todo, el viento nos puede, -porque no somos más que hombres- ,si se excitan las pasiones malas del corazón, ¡no desesperemos! ¡Despertemos a Cristo, para poder continuar nuestro viaje sobre un mar apaciguado y así llegar a nuestra verdadera patria.

CD/GL

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