Feb 03, 2022 / 08:00

Evangelio del 03 de Febrero de 2022

¿Señor, a quién iremos?. Tú tienes palabras de vida eterna. Jn 6, 68

Jueves, 3 De Febrero
Jueves de la 4ª semana del Tiempo Ordinario
Calendario ordinario
San Blás Sebaste , San Oscar de Bremen

Evangelio según San Marcos 6,7-13.
Entonces llamó a los Doce y los envió de dos en dos, dándoles poder sobre los espíritus impuros.
Y les ordenó que no llevaran para el camino más que un bastón; ni pan, ni alforja, ni dinero;
que fueran calzados con sandalias, y que no tuvieran dos túnicas.
Les dijo: "Permanezcan en la casa donde les den alojamiento hasta el momento de partir.
Si no los reciben en un lugar y la gente no los escucha, al salir de allí, sacudan hasta el polvo de sus pies, en testimonio contra ellos".
Entonces fueron a predicar, exhortando a la conversión;
expulsaron a muchos demonios y curaron a numerosos enfermos, ungiéndolos con óleo.

Extraído de la Biblia: Libro del Pueblo de Dios.

San Juan Casiano (c. 360-435)
fundador de la Abadía de Marsella
Carismas divinos, Conferencias (SC 54, Des charismes divins 1, Conférences VIII-XVII, Cerf, 1958), trad. sc©evangelizo.org

La naturaleza del don de sanación
La tradición de los ancianos nos enseña que la naturaleza de los carismas espirituales posee tres motivos
El primer motivo del don de sanación es el mérito de la santidad: la gracia de los milagros acompaña a los elegidos y los justos. Los apóstoles y una multitud de santos realizaron signos y prodigios, según el mandamiento del Señor: “Curen a los enfermos, resuciten a los muertos, purifiquen a los leprosos, expulsen a los demonios. Ustedes han recibido gratuitamente, den también gratuitamente” (Mt 10,8).
El segundo motivo del don de sanación es la edificación de la Iglesia o la recompensa de la fe, ya sea de los que presentan a los enfermos o de los mismos enfermos, pecadores e indignos pero que tienen fe. (…) Al contrario, la falta de fe en los enfermos o en los que los presentan, no permite a los que recibieron el don de sanación de poder ejercerlo. El evangelista Lucas dice sobre este tema: “No pudo hacer allí ningún milagro… Se asombraba de su falta de fe” (Mc 6,5-6).
Finalmente el don puede ser un juego y un engaño de la hipocresía de los demonios. (…) Dice el Evangelio: “Porque aparecerán falsos mesías y falsos profetas que harán milagros y prodigios asombrosos, capaces de engañar, si fuera posible, a los mismos elegidos” (Mt 24,24).
Por eso, no debemos nunca admirar por sus milagros a los que así lo pretenden. Tener en cuenta únicamente si se perfeccionaron corrigiendo sus vicios y enmendando sus vidas. Esto no es un beneficio que se obtiene por la fe de otro o por causas extranjeras, sino que la gracia divina lo dispensa en la medida del celo de cada uno.

CD/GL

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