Ago 02, 2021 / 11:50

El siguiente paso en Israel: Vacunación en píldoras

Con una investigación en curso para convertir la vacuna contra el Covid-19 en una píldora, Israel se mantiene a la vanguardia en el combate al coronavirus SARS-CoV-2.

Recordemos el primer paso: Mediante un acuerdo comercial especial con el laboratorio estadounidense Pfizer, que trabaja con la alemana BioNtech, Israel fue el primer país en contar con el suministro suficiente de vacunas para inocular a sus 9.3 millones de habitantes.

A la fecha, 62% de su población ha recibido la pauta completa y, sin embargo, batallan de igual forma en contra de la variante Delta, que ha traído un repunte en sus números de contagios diarios, al pasar de menos de 90 en junio a 2 mil 600 este domingo.

Es el segundo país con el mayor porcentaje de personas protegidas, después de los Emiratos Árabes Unidos (70%), y arrancó ya con la campaña para aplicar terceras dosis a los adultos mayores de 60 años, a pesar de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) no ha avalado ese procedimiento, pues considera que primero se deben extender las vacunas a lugares donde no se cuenta ni con una sola inyección.

La esperanza es que una tercera dosis ayude a combatir más eficazmente la contagiosa variante Delta, según Pfizer, pero tampoco ha sido aprobada por las autoridades sanitarias de Estados Unidos o la Unión Europea. “La decisión está basada en la opinión de expertos, en la lógica, pero no en evidencia científica sólida. Pero está bien”, opinó el epidemiólogo de la Universidad Hebrea de Jerusalén, Hagai Levine.

El nuevo hito se lo debemos a la farmacéutica israelí Oramed, que desarrolla una vacuna oral, no inyectada, y está lista para comenzar su primer ensayo clínico a principios de este mes, según su director ejecutivo, Nadav Kidron.

Las vacunas orales son particularmente atractivas para el mundo en desarrollo, pues reducen la carga logística de las campañas de inmunización, dijo Kidron. Pero también podrían aumentar la aceptación en los países ricos, donde la aversión a las agujas son un factor que juega en contra de los porcentajes de protección.

Una encuesta reciente encontró que casi 19 millones de estadounidenses que rechazan las vacunas las tomarían si tuvieran una opción en forma de píldora, por ejemplo. Otros beneficios incluyen la reducción de desechos de plástico y jeringas, y potencialmente menos efectos secundarios.

Con información de: 24horas.com

CD/JV

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