Ago 12, 2021 / 11:53

Efemérides del Periodismo Mexicano: Pablo de Villavicencio

Pablo de Villavicencio, escritor y periodista conocido como el Payo del Rosario, publicó el 12 de agosto de 1825 en la Ciudad de México su folleto político “Escarlatina furiosa del monigote Valdés y el amante de la iglesia”, en el cual apoyó las críticas dirigidas por José Joaquín Fernández de Lizardi, El Pensador Mexicano a los “malos sacerdotes” y le encomió su trabajo de arrancarle “víctimas al fanatismo”.

Villavicencio nació el 27 de enero de 1792, en el mineral El Rosario, en el actual estado de Sinaloa, y murió el 5 de diciembre de 1832, en Toluca, Estado de México.

No tuvo estudios de ningún género, “pero fui algo inclinado a la lectura y no me dejaré de jugar las barbas de otro tan tonto como yo”, apuntó él mismo en Duodécima función de maroma en casa de doña Prudencia de Mendiola. Diálogo 15 entre ésta y D, Antonio, por el Payo del Rosario”.

Su biógrafo, Joaquín Fernández de Córdoba, señala que los primeros pasos del Payo del Rosario, en la vida política se encaminaron a proteger en el sur de su solar nativo la causa insurgente y su inicial rasgo de carácter fue elevar enérgica protesta en El Rosario, en contra del obispo Fray Bernardo del Espíritu Santo, quien al encargarse de su diócesis en 1818 predicó en pro de la dominación española y fustigó a los que combatían en Sinaloa.

Consumada la Independencia se trasladó a la Ciudad de México y a partir del año de 1822 comenzó a escribir folletos sobre cuestiones políticas que pronto hicieron posar sobre él la atención pública. Su prosa es llana, franca, ágil y agresiva.

Villavicencio escribió para el pueblo y nadie como él a excepción de José Joaquín Fernández de Lizardi logró penetrar tanto en la conciencia de las multitudes de las que fue su más fiel interprete. Hasta los mismos títulos de sus impresos, casi siempre rimados, son ingeniosos y atrayentes para el populacho.

Por esta época trabó sólida amistad con El Pensador Mexicano a quien defendió públicamente por medio de sus escritos, con quien sostuvo polémicas y después se reconcilió.

Menos instruido y polifacético que Fernández de Lizardi, El Payo del Rosario fue más realista, combativo y avanzado que el satírico autor de la primera novela mexicana.

Respecto a este pensamiento avanzado, Jesús Reyes Heroles, autor de El liberalismo mexicano, recordaba que ya en 1822 Pablo Villavicencio decía:

Siendo iguales todas las naciones en el orden de la creación, y por consiguiente en el político, cada una fue arbitro de sí misma para establecer el gobierno que más se adapte a su situación y circunstancias en los diferentes continentes que habitan sin reconocer dependencia alguna; asimismo lo fueron para repeler con la fuerza de los tiranos que por ella misma quisieron dominarlas.

Y Reyes Heroles se preguntaba: “¿No se encuentra aquí el antecedente de la doctrina internacional de no intervención de México? ¿No da, acaso El Payo del Rosario un germen de la doctrina formulada por otro sinaloense ilustre Genaro Estrada?”

En 1824 se le recluyó en la cárcel, lo mismo ocurrió cuando fue enviado por dos meses al fuerte de San Diego en Acapulco (1825-1826). Participó en la insurrección conocida como Motín de la Acordada.

Consideró injusta la separación de Lorenzo de Zavala del gobierno y escribió ¡Pobre del señor Guerrero! Para de aquí al mes de enero, folleto por el que fue encarcelado por órdenes del gobernador del entonces Distrito Federal, José María Tornel, a quien redactó en otro artículo redactado en prisión.

Después del golpe de estado de Anastasio Bustamante, estuvo 15 meses en la excárcel de la Inquisición (1829-1831) en la Ciudad de México. Otra vez en libertad, escribió contra la dictadura de Bustamante y los asesinos de Vicente Guerrero.

En 1832 era editor de El Duende y secretario de Lorenzo de Zavala cuando este fue derrotado como gobernador del estado de México.

Fue asesinado por las fuerzas golpistas por el general Mariano Ortiz de la Peña.

El estado de México como premio a los servicios que prestó El Payo del Rosario, decretó el 28 de marzo de 1833 una pensión vitalicia a la viuda e hija del escritor mártir.

En el decreto se valoró la dedicación de Villavicencio a:

La causa de la libertad aún en los tiempos más difíciles y calamitosos… objeto siempre de persecuciones del partido opresor, no sólo resistió con frente firme los embates de la tiranía, sino que a pesar del terrorismo y de la arbitrariedad de aquella nefasta administración, salía al frente con sus escritos que a la vez ilustraban al pueblo sobre sus imprescriptibles derechos y lo exhortaban a mantenerlos con toda la energía de un verdadero republicano.

Esta fue su conducta en todas las épocas, sin que lo hicieran acallar las amenazas de sus enemigos, ni las continuas prisiones en las que parece estaba como domiciliado, pues no había sacudimiento político en que fuere cual fuere el resultado El Payo del Rosario no se viese siempre en la cárcel, terminando en la última revolución una existencia que había arrastrado lleno de amargura, en medio de los padecimientos más atroces.

CD/JV

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