Ago 09, 2021 / 06:08

Efemérides del Periodismo Mexicano: José Justo Gómez de la Cortina

José Justo Gómez de la Cortina, diplomático, ministro de Hacienda “polígrafo y gran señor, fue uno de los personajes más conspicuos de México del Siglo XIX”.

Nació el 9 de agosto de 1799 en la Ciudad de México, donde murió el 6 de enero de 1860.

Sus padres los autores de la Cortina “Ocuparon muy alta posición en la Ciudad de México y figuran prominentemente en las cartas que escribió la marquesa Calderón de la Barca”, dice Manuel Romero Terreros en el prólogo de Poliantea, editada por la Universidad Nacional Autónoma de México en 1944 y reeditada en 1995.

A los 15 años de edad fue enviado a Madrid, España, donde estudió en el colegio de San Antonio Abad, y en la academia militar de Alcalá de Henares cursó brillantemente matemáticas, física y dibujo hasta obtener por oposición la cátedra de geografía militar. Había ascendido al grado de oficial de ingenieros cuando optó por seguir la carrera diplomática. En ella ocupó diversos puestos.

Regresó a México en 1812, desempeñó importantes cargos políticos, entre ellos el de ministro de Hacienda y el de gobernador de Distrito, y desarrolló una extensa obra literaria.

Colaboró también con eficacia en el periodismo nacional al editar, en el año de1839 y siguientes, El Zurriago Literario e Industrial, en cuyas columnas fustigaba con fina ironía los defectos y lacras de los hombres y métodos de aquellos tiempos. Todo caía bajo su vista para analizarlo, y pocos monumentos literarios ofrecerán nuestros anales en que aparezcan combinada la lógica, la crítica más juiciosa, el buen gusto, las sales de la sátira empleadas con oportunidad y disposición, la belleza del estilo y pureza del lenguaje.

Escribió también en el Registro Trimestral, La Revista Mexicana, El Imparcial, El Semanario, El Mosaico, El Ateneo, y entre sus libros pueden citarse: Cartilla social entre los derechos y obligaciones del hombre (1833); La calle de don Juan Manuel. Anécdota histórica del Siglo XVII (1836); Examen crítico de algunas piezas literarias de año nuevo (1837), Contestación a don Wenceslao Alpuche (1837), Eliezer y Nephtalí (1837), Cartilla historial (1840), La lotería (1844). Diccionario de sinónimos castellanos (1845), Cartilla moral militar (1854) y prontuario diplomático (1856).

Romero de Terreros apunta: “Caso curioso fue el de la defensa de la Lotería, que con acopio de argumentos dio a luz en 1844, pues poco después de haber publicado el folleto, se sacó el primer premio de cincuenta mil pesos en la lotería de la academia de San Carlos”.

Se caracterizó por su desprendimiento y además, como los cuantiosos prestamos en efectivo que había hecho al gobierno en tiempos de Santa Anna nunca le fueron reembolsados, la fortuna que heredara de sus mayores sufrió considerable merma. En poco tiempo se vio precisado a enajenar primero sus haciendas, después sucesivamente su casa, su librería y sus colecciones de objetos de arte.

Abatido por el cambio de fortuna, trasladó el conde su habitación a un modesto entresuelo en la calle de Flamencos, y a fines de 1859 la enfermedad intestinal que desde hacía tiempo venía sufriendo se exacerbó y el ilustre prócer comprendió que se acercaba a su fin.

Su cadáver dicen sus biógrafos, fue embalsamado gratuitamente por los señores doctores José María Tort y don Jaime Puig, quienes a los muchos testimonios de aprecio y desinterés que exhibieron al señor Cortina durante su enfermedad quisieron añadir éste más, en obsequio de la familia.

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