Nov 21, 2021 / 06:00

Efemérides del Periodismo Mexicano: José Antonio Alzate y Ramírez

José Antonio Alzate y Ramírez, sacerdote, astrónomo y uno de los más notables periodistas mexicanos del siglo XVIII, nació el 21 de noviembre de 1738 en Ozumba, Estado de México, murió el 2 de febrero de 1799 en la Ciudad de México y fue sepultado en la iglesia de La Merced.

En La prensa en México, datos históricos (1962), Rafael Carrasco Puente consigna que Alzate fue editor y redactor del Diario El Literario en 1768, de la publicación Asuntos varios sobre ciencias y artes en 1772.1773, de Observaciones sobre física, historia natural y artes útiles en 1787, y de las notables Gacetas de Literatura de 1788 a 1795.

El investigador universitario Rafael Moreno Montes de Oca escribió en su ensayo “Alzate, educador ilustrado”, que
Alzate es uno de los representantes en México del movimiento llamado de las luces o de la razón, de tan fecundas consecuencias en el mundo entero. Alzate persigue ante todo un fin positivo: el de transformar la mentalidad novohispana por la educación. Quien lee atentamente las publicaciones periódicas por él dirigidas encontrará que a través de la crítica de la escolástica y de la enseñanza en general, desde la infantil hasta la universitaria, existe una convicción honda, la necesidad de una educación para todos los habitantes de la Nueva España, la necesidad de una reeducación desde las ideas más sencillas y fundamentales.

Más adelante Moreno puntualiza que “Por cuantos medios tuvo a su alcance (y los periódicos le proporcionaron bastantes) predicó que el remedio de los males nacionales estaba en una reforma universal del mexicano, y que ésta sólo era posible por una educación, también universal, que cambiase la mentalidad del campesino y del comerciante, del sabio y del hombre de la calle”.

El biógrafo don Francisco Sosa informa que Alzate ocupó una gran parte de su vida en hacer observaciones meteorológicas y sus experimentos sobre la electricidad fueron numerosos y variados; algunos de ellos pusieron en peligro su vida y destruyeron su salud, por causas que él mismo explica al escribir sobre la construcción del pararrayos. La aurora boreal que apareció en 1879 le proporcionó nuevo deleite a su afición, y sus observaciones sobre aquel fenómeno son muy interesantes.

En la Gaceta describió muchas máquinas e instrumentos, y anunció varios descubrimientos útiles para la agricultura, la minería, las artes y la industria. Sostuvo en la prensa no pocas discusiones con sabios extranjeros y mexicanos sobre materias científicas, discusiones que le conquistaron merecida reputación, dice Francisco Sosa.

También escribió artículos, entre 1784 y 1797, para la Gaceta de México, que imprimía entonces Manuel Antonio Valdés. Anotó profusamente la Historia antigua de México, del Clavijero, y en varias ocasiones presentó su asesoría científica al gobierno virreinal. Sus observaciones del planeta Venus a su paso por el disco del sol fueron traducidas al francés.

ecibió incontables distinciones, “sus intereses fueron hasta el campo del derecho y de la moral, como lo muestra su dicho sobre los pipilzitztlis (cáñamo narcótico que hoy se conoce como marihuana), de los cuales opina que “son malos por prohibidos, no prohibidos por malos”.

Fue autor de folletos, mapas, planos y todo un Atlas eclesiástico del arzobispado de México (1767); realizó exploraciones arqueológicas y reunió una colección de objetos prehispánicos; de su peculio reunió una amplia biblioteca y monto un observatorio astronómico y un laboratorio para otras investigaciones.

CD/JV

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