Nov 15, 2021 / 06:00

Efemérides del Periodismo Mexicano: Artemio del Valle Arizpe

Historiador, literato. biógrafo amenísimo y colaborador periodístico.
Artemio de Valle Arizpe nació en Saltillo, Coahila, el 25 de enero de 1888 y murió en el Distrito Federal el 15 de noviembre de 1961.

Se recibió de licenciado en Derecho en 1910, fue diputado federal por Chiapas de 1910 a 1912, ingresó en el servicio exterior en 1919 y fue segundo secretario de las Legaciones Mexicanas en Madrid y Bruselas. Se estableció en España (1922-1928), donde se incorporó a la Comisión de Investigaciones y Estudios Históricos Francisco del Paso y Troncoso.

Volvió a México en 1928 y colaboró en el periódico El Universal con la columna “Del Tiempo Pasado” (fueron centenares sus artículos).

Fue secretario de la Facultad de Filosofía y Letras, y a la muerte de Luis González Obregón se le designó Cronista de la Ciudad de México, el 1 de febrero de 1942.

Dos años más tarde se le dedicó la calle en la que tuvo su casa habitación , dándole su nombre.

En 1944 sufrió una hemiplejía, de cuyos efectos nunca pudo reponerse, y en febrero de 1960 se fracturó una pierna.

Se le acreditan 57 obras, entre las que sobresalen algunas de temas históricos: La gran ciudad de México Tenochtitlán, perla de la Nueva España, según relatos de antaño y hogaño (1918), El Palacio Nacional de México (1936), Virreyes y virreinas de la Nueva España (1933), Por la vieja calzada de Tlacopan (1937), Andanzas de Hernán Cortés y otros excesos (1940), Notas de platería (1941), Calle vieja y calle nueva (1949), Fray Servando (1951) y La casa de los Ávila (1960); otras, de tema legendario: Amores y picardías (1932). Leyendas mexicanas (1943), Inquisición y otros crímenes (1952) y Personajes de historia y Leyenda (1952); varias novelas: Ejemplo (1945), La movible inquietud (1945), La güera Rodríguez (1951) y De otra edad que es de esta edad (1957); y unas pocas de asunto meramente literario: Don Victoriano Salado Álvarez y la conservación en México (1944), Jardincillo Seráfico (1944) y Anecdotario de José Manuel José Othón (1958); además, Historia de una vocación. Ensayo autobiográfico (1960), sostenía la tesis de que “Da más idea de cómo es un escritor una breve anécdota, que un erudito sobre sus tendencias literarias o las influencias que soplaron en sus obras”.

CD/JV

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