Antes de tomar protesta los actuales presidentes municipales se quejaban de tener un sinfín de cursos de capacitación, llámese del sector salud, protección civil, sistema agropecuario, de educación y lo que usted quiera y mande.

Salieron duchos en todas esas materias. Se aburrían, pero hoy en día muchos de ellos han puesto en práctica esos conocimientos que incluía al síndico (a) y demás miembros de la comuna.

A siete meses, algunos de ellos han olvidado esa capacitación y se van por lo más fácil, por lo popular que son las fiestas. No, no es una novela del Nobel, Gabriel García Márquez, tampoco una historia sacada de la manga, es más bien la osadía e irresponsabilidad de las autoridades municipales de Lerdo de Tejada, de querer realizar un carnaval más en los tiempos en que una quinta ola de Covid-19 azota al país e incrementa las muertes en casas y hospitales ante nuevas infecciones por una variante más de esta enfermedad del siglo.

Y es que no sabiendo qué hacer y no teniendo visión para llevar las riendas del municipio y atender las verdaderas necesidades de la ciudadanía, a la síndica con funciones de alcaldesa, María Esther Arroniz López, no se le ocurre otra cosa más que organizar una fiesta más, para seguir manteniendo contento al pueblo y que éste se olvide de que ella está de manera ilegal y usurpando funciones y todo por aquello de que: “Al pueblo pan y circo”, aunque les falte el pan y sólo obtengan circo.

Pero en Lerdo también hay ciudadanos que piensan y se preocupan por Lerdo y se hacen la pregunta: ¿Qué no hay obras realmente prioritarias en qué invertir el dinero que le llega a Lerdo en lugar de gastarlo en fiestas?

La respuesta es sencilla, necesidades hay, pero a las autoridades les falta cerebro para solucionarlas y es más fácil (y más divertido) darle circo al pueblo que resolver los problemas que enfrenta el municipio y que no es uno solo; pero no se vislumbra solución para ellos y el pueblo ni siquiera conoce si existe o no un Plan de Desarrollo Municipal, pues no lo han dado a conocer, pese a que ya se echaron siete meses de administración.

Pero retomando el asunto, el hospital de Lerdo ha visto el incremento en los casos de Covid-19 y las autoridades sanitarias continúan recomendando cuidarse y evitar aglomeraciones ante esta quinta ola, pese a que se están celebrado fiestas y carnavales en otras ciudades que quizás hayan sido el detonante para disparar los casos de la enfermedad y prolongar más la pandemia ante la falta de mesura y cuidados que no ha respetado la gente.

Pero, ¿en cuánto salieron los festejos como los que se llevarán a cabo en el Carnaval de la Nieve de Coco?, piénsele un poquito. Entre alquiler de carros alegóricos, contratación de espectáculos y los bailes, algo más de un millón de pesos y se quedan cortos.

¿Y qué se puede hacer con más de un millón de pesos?, muchas cosas; mantenimiento a escuelas, solucionar el problema de agua potable, una buena iluminación y remodelación digna del parque Hidalgo; cualquiera de ellas o incluso alguna otra que no requiera de una fuerte inversión, pero que son necesarias y serían de mayor provecho que unas fiestas en tiempos de Covid-19.

CD/YC