Dic 26, 2021 / 09:30

Corrupción, un cáncer a combatir

Algo que va de la mano aunque eso compete a otras instituciones es eliminar la impunidad para combatir la corrupción. El combate a la corrupción es un tema muy presente en el discurso actual de diversos sectores de la sociedad. Lo escuchamos entre las principales figuras del gobierno y de la política, pero también como parte de las iniciativas encabezadas por organizaciones civiles y empresariales.

Pero para abatir el problema, no basta solo con hablar de él. La corrupción es un mal hábito, un rasgo cultural que, desde hace muchos años, se ha expandido de manera orgánica en prácticamente todas las estructuras sociales de nuestro país. Por esta razón, requiere ser atendido de una forma más efectiva que la que se ha hecho hasta el momento.


¿Qué estrategia seguir? ¿Hacia dónde se deben dirigir los esfuerzos? Desde nuestra perspectiva, para combatir la corrupción de una manera eficiente, se tiene que empezar por erradicar la impunidad, un problema que también ha estado presente en la sociedad mexicana por mucho tiempo.


La impunidad es un factor que alienta la actividad delictiva y, a su vez, descompone a las instituciones y al tejido social. El hecho de que no haya castigos o sanciones para los infractores motiva a éstos a seguir rompiendo las reglas e incita a otras personas a actuar de la misma manera.


El problema en nuestro país no es la falta de leyes que prohíban y penalicen la corrupción. Las normas existen, la cuestión es que no se cumplen, y esa situación es, precisamente, donde radica la diferencia entre México y otras naciones.


Mientras en países como Brasil o Perú se persiguen y castigan los casos de corrupción, alcanzando incluso los más altos niveles gubernamentales, en México es difícil encontrar, al menos hasta ahora, casos tan emblemáticos.

CD/GL

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