May 25, 2022 / 15:32

Conmemoran Día Naranja en Tabasco: Urge cambiar la imagen que la población tiene de la justicia

Centro, Tabasco.- Debemos cambiar la imagen que la población tiene de la justicia en el país, cambiar ese pánico, esa resignación que la gente manifiesta cuando necesita acudir ante la justicia, puntualizó la doctora Alicia Elena Pérez Duarte y Noroña, al disertar la conferencia El Acceso de las Mujeres a la Justicia, en el marco de la conmemoración del Día Naranja.

A nombre del presidente del Tribunal Superior de Justicia, Enrique Priego Oropeza, la directora de la Unidad de Género y Derechos Humanos de la institución, Irma Salazar Méndez, puso sobre relieve el liderazgo de las mujeres en todos los ámbitos, aunque reconoció que hay demasiados aspectos en los que el reloj de los derechos de las mujeres va para atrás.

Éstas se enfrentan a la creciente pobreza y la violencia en aumento, realizan en todo el mundo la gran mayoría del trabajo de cuidados no remunerado, pero que es esencial. Son objeto de violencia y abusos, sólo por razón de su género, afirmó la maestra en Psicología Jurídica y Criminología.

Por ello, dijo, a partir de este momento es la hora en que el reloj vaya hacia adelante para todas ellas y el Poder Judicial de Tabasco trabaja arduamente para garantizar sus derechos humanos, lo que les permita construir la vida que desean y ayudar a hacer del mundo un lugar mejor para todas las personas, con medidas efectivas para acabar con la violencia de género.

En transmisión vía Zoom, aseveró que con medidas específicas, como las cuotas de género, es posible que grandes mujeres ocupen cargos de relevancia para que nos beneficiemos de las ideas, experiencia y liderazgo de las féminas allá donde se adoptan las decisiones.

Agregó que la desigualdad de género es esencialmente una cuestión de poder, en un mundo dominado por los hombres y una mentalidad dominada por los hombres. Las relaciones de poder deben invertirse, expresó.

Luchar contra la discriminación y violencia, el reto


A su vez, Pérez Duarte y Noroña, profesora e investigadora de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), doctora en Derecho de la familia y especialista en estudios jurídicos de género y derechos humanos, sostuvo que las mujeres del mundo “tendríamos que recordar la lucha de las antepasadas por alcanzar lo que hoy tenemos, y deberíamos reflexionar sobre cómo transformar el privilegio de algunas en derechos para todas y uno de los temas es el acceso de la justicia”, apuntó.

Porque más allá de las imágenes que hoy representan esa justicia, lo que se ve es que hay una enorme impunidad con las violaciones a los derechos de las mujeres, desde la denuncia que se hace ante las fiscalías, desde la solicitud de ayuda a la policía. Desde ahí empieza el obstáculo y el pánico que da enfrentarse a pedir justicia, y muestra de ello son las diligencias de investigación incompletas, mala actuación judicial, actuación sin perspectiva de género, discriminación, tolerancia a la violencia y pocas sentencias condenatorias a hombres violentos, indicó.

Refirió que es necesario reconocer que ahí siguen estos obstáculos, a pesar de los años de trabajo para que esto se revierta.

Alicia Elena Pérez Duarte y Noroña, quien fuera la primera fiscal especial para la Atención de Delitos Relacionados con Actos de Violencia en el país, reconoció que desde los espacios de justicia hay quienes trabajan y han hecho esfuerzos considerables por transformar esta percepción, pero ahí sigue la situación de violencia para las mujeres, de ahí la necesidad de continuar trabajando en propuestas que nos permitan reflexionar sobre qué es lo que estamos haciendo mal.

Explicó que cuando se habla equidad no quiere decir que haya justicia y no se puede ser imparciales frente a la evidente injusticia, porque no todos tienen lo necesario para disfrutar sus derechos.

Durante la transmisión, que atestiguaron juezas, magistradas del Tribunal Superior de Justicia y consejeras de la Judicatura, detalló que ahora ya hay protocolos para juzgar con perspectiva de género, para deconstruir la condición de las mujeres.

“Para entender que la forma en que nos vemos frente al espejo es la idea que el patriarcado ha impuesto desde tiempo atrás, la idea en que necesitamos a los patriarcas para vivir, por encima de nosotras, y las mujeres sosteniendo la acción de todos, a través del cuidado de los hijos que sigue siendo responsabilidad sólo de las mujeres, a través de un paternalismo, a través de la idea que los hombres deben cuidar a sus mujeres que es además un cuidado mal entendido porque en el seno familiar se da la mayor violencia en contra de ellas, que se sostiene con fundamentalismos religiosos y culturales, leyes y por el gobierno que hace que las mujeres tengan que seguir luchando para continuar adelante”, subrayó.

La también consejera en la Misión Permanente de México ante la Organización de Naciones Unidas (ONU), sentenció que la igualdad entre hombres y mujeres es un ideal a alcanzar, pero no es una realidad. “Las normas no son universales, ni tampoco son neutras ni aplican a todas las personas por igual, a pesar de que esto se siga enseñando en las escuelas de Derecho, y se tiene que reconocer que hay una visión o atención privilegiada a las personas dependiendo de cómo se presenten ante los operadores de la justicia, se tiene que reconocer, si no se hace no se va a lograr una justicia efectiva para todos”, manifestó:

La integrante del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM pidió a las mujeres que se encuentran en los espacios de justicia alzar la voz, reconocer que en algún momento todas han sido violentadas, y esta es la primera circunstancia a analizar cada vez que alguien acude ante las autoridades. “Necesitamos, estableció, una justicia que se quite la venda de los ojos, que entienda que en todas las instituciones del Estado se deben eliminar las raíces culturales injustas en las que se actúa, eliminar esa discriminación cultural y tolerante a muchas expresiones discriminatorias”.

Observó que el hecho de que en el país haya 11 mujeres asesinadas al día en situación de feminicidio es una llamada de atención para los operadores de justicia, que muestra de manera clara que las puertas de la justicia están cerradas para la inmensa mayoría de las mujeres y que se tienen que vencer los retos constantes en cada espacio y la desconfianza que se tiene a la impartición de justicia, así como recuperar el sentido humanista más profundo del requisito de imparcialidad en la persona que juzga.

CD/YC

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