Ene 24, 2022 / 09:01

Congruencia

***Un gobernante recién electo debe tener muy claro que ocupar un cargo de gobierno puede ser una gran frustración si no se tienen claras ciertas definiciones de su encargo.

Deben tener los mínimos criterios que lo llevarán a buen puerto. Entre otros ser honesto, pero además parecerlo. Cumplir lo prometido. Eso es lo que espera la gente: coherencia entre las palabras electorales y las acciones de gobierno.

Cuando no se puede cumplir, explicar detalladamente por qué no se puede. Mantener la humildad. La soberbia mata. No hacer miles de cosas a medias, sino hacer menos cosas, pero hacerlas muy bien. Hacer más que hablar.

Mantener contacto fluido y permanente con la población, no para hacerles discursos sino para escucharlos. Crear equipos de trabajo y supervisar su funcionamiento. Delegar tareas. Los superhéroes no existen. Administrar eficazmente el tiempo. No hundirse para siempre en el cargo, sino mantener una vida lo más normal posible fuera de la política.

Buscar que los actos de gobierno sean soluciones a los problemas reales de la gente. Respetar y valorar a los funcionarios de los organismos de gobierno, sin los cuales la tarea de gobernar es imposible. Respetar y valorar, también, a los militantes políticos que posibilitaron el triunfo electoral. Recordar que tarde o temprano volverán al llano.

Ahora bien, depende de cada quien darle la importancia, pero seguramente el éxito dependerá del reflejo de la disciplina que pongan.

Y al caso dijera la comadre Paty que los políticos no se deben apartar del pueblo.

CD/JV

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