Nov 25, 2021 / 07:22

¿Cómo influye el estrés en la masturbación?

Los niveles de estrés pueden influir en la frecuencia de la masturbación, ya sea que aumente demasiado o desaparezca por completo

El estrés tiene muchas consecuencias en la salud física y mental, pues puede causar dolor de cabeza, insomnio y alteraciones en el comportamiento. No solo eso, se ha comprobado que también tiene efectos en la masturbación.

De acuerdo con Planned Parenthood, la masturbación es normal y puede ser una manera sana de conocer y disfrutar nuestro cuerpo. De hecho, es la manera más segura de sentir placer sexual.

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Consiste en estimular los propios genitales para conseguir satisfacción y aunque la mayoría de las personas no hablan de ello, casi todos lo hacen.

¿Cómo influye el estrés en la masturbación?

La masturbación puede tener muchos beneficios para la salud, como disminuir el riesgo de infecciones sexuales, ayudar a aprender lo que se disfruta en la intimidad, sentir bienestar y hasta relajarse.

Pero ¿cómo influye el estrés en la masturbación? Se sabe que el autoplacer puede bajar los niveles de estrés y tensión, al punto de ayudar a algunas personas a quedarse dormidas.

Sin embargo, en algunos casos, a mayores niveles de estrés, más frecuencia en la masturbación. Al respecto, la sexóloga Silvia Cintrano, señala a Cuídate Plus que en ocasiones, se puede hacer un mal uso de esta forma de erotismo.

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“No se busca el bienestar, sino una vía de escape para el malestar, como puede ser el estrés. Implica evitar aquellas emociones que resultan incómodas y menos agradables, provocando además una sensación placentera aunque sea temporalmente”, destaca. 

En estos casos, los niveles elevados de estrés pueden llevar a una frecuencia de masturbación excesiva, que a la larga, afectan el disfrute de esta actividad.

“En periodos de tiempo en los que se está sufriendo mucho estrés, practicar la masturbación podría ayudar a la relajación, pero se puede caer en limitar dicha práctica a una función poco adaptativa, responsable y sana para uno mismo”, recalca.

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Por otra parte, la especialista señala que en algunos casos, ocurre lo contrario. El estrés es un estado de alarma que se sostiene por una activación del sistema nervioso parasimpático, que es necesario para actividades que supongan relajación como comer, dormir, ejercicio no competitivo, y relaciones sexuales.

Debido a ello, en épocas más estresantes existe un descenso del deseo, el interés por la sexualidad y la masturbación, puesto que se priorizará la situación de alerta.

La pandemia alteró la frecuencia de masturbación  

Desde el punto de vista de la sexóloga, lo ideal sería buscar otras maneras de gestionar el estrés.

Lo importante es aprender a enfrentar esa emoción desagradable y no simplemente evitarla o disfrazarla, ya que el efecto de la sensación placentera es relativamente breve tras la masturbación. En cuanto el placer pase, volverá la emoción no gestionada.

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En la pandemia, la frecuencia de masturbación aumentó pues las personas previamente evitaban sus emociones poco agradables, por lo que el confinamiento fue un problema añadido que hizo que se abusara todavía más del autoplacer sexual.

No hay datos sobre si se ha incrementado más la frecuencia de masturbación en los hombres o en las mujeres, “aunque el tema de la masturbación compulsiva o el mal uso de esta suele ser una demanda en consulta más frecuente en ellos que en ellas”, señala la experta.

En otros casos, la pandemia supuso un descenso del deseo sexual, ya sea por falta de intimidad, problemas de convivencia o incertidumbre sobre la salud y el trabajo.

Y tú, ¿a más estrés mayor necesidad de masturbación o todo lo contrario?

Con información de: SuMedico.com

CD/YC

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