* Abunda el chapulineo

Este fin de semana vienen dos “corcholatas” a la entidad veracruzana. El viernes la aspirante a la Coordinación de Defensa de la Transformación Claudia Sheinbaum Pardo estará en Ciudad Mendoza y Córdoba, por cuestiones de logística no acudirá a Zongolica como estaba en un principio previsto. Hará escala en la ciudad de Veracruz.

El sábado Gerardo Fernández Noroña que viene cerrando fuerte tendrá su segunda gira por territorio veracruzano. Se la tirará larga. Acudirá a reuniones en Tuxpan, Poza Rica, Gutiérrez Zamora, Coxquihui y Papantla la tierra de su amigo, el diputado federal, Jaime Humberto Pérez Bernabe.

***Muchos son los llamados y pocos los escogidos. En los tiempos del PRI eran listas hasta de 35 personas las que aspiraban a un cargo de elección popular. Ahora la cifra ha disminuido, pero siguen pasando revista ante los partidos que tienen posibilidades reales de ganar una elección.

Al menos hay que saber que es un partido político y conocer las tareas de un legislador. Algunos se meten a campañas ofreciendo de todo para que luego salir con que su labor es hacer leyes y se preguntan muchos para que estuvieron a ras de piso diciendo cuales eran los problemas para que luego con el voto y el triunfo regresaran a resolverlos.

¿Para qué presentarse a una elección si después no saben cómo gobernar?

Vargas comenta que se ha naturalizado que, tras ganar las elecciones, el que empieza un nuevo gobierno basa su inacción en la queja sobre el anterior. Ya agarraron de pretexto que vale más la excusa que la evidencia, es una anomalía de sistema. Cuando se elige a un gobernante lo hace para que transforme, dé pasos hacia adelante o bien confirme rumbos, según corresponda a su distrito o demarcación. Para ello, debe contar con una agenda. Si no estaba de acuerdo con la del gobierno predecesor, una diferente. Si representa continuidad, debería mostrar de todos modos un itinerario progresivo con metas a la vista.

El que gana lo hace por emoción y se embandera en ella, con destellos de pasión, aunque hay otros que solamente buscan encaramarse en el poder. Una vez arriba, nada de soluciones.

El comediante guerrerense Tico Mendoza representa bien lo que es un político. Llega al mercado una mujer pidiendo el voto, le dice y ahora que buscas, ya fuiste regidora, síndica, alcaldesa, diputada local, federal ahora que quieres, solo vienes a vernos cuando necesitas el voto, cállate, cállate le dice con voz bajita la mujer, no mamacita le contesta el que iba a votar por ti ya se murió cuando menos cómprame unos limones.

¿Quién los obliga a presentarse si no saben qué hacer desde el primer día en que les toca demostrar sus habilidades de innovación para la gestión, y culpan de su incompetencia al que gobernó antes?
Hay un partido que tiene una marca fuerte, pero se le puede ganar, solo falta que los ciudadanos vayan a las calles, recorran las colonias, redoblen el esfuerzo, así como lo hicieron los que ahora gobiernan, los chismes, las quejas, los después de nada sirven.

***Otro fenómeno es el característico chapulineo. El 90 por ciento de las declaraciones de los diputados que han cambiado de partido refieren a “diferencias ideológicas” o “desacuerdos con el rumbo” que ha tomado el partido que dejan. Sin embargo, es por demás conocido que la principal causa del transfuguismo es lo que podríamos llamar “berrinches de continuidad”. Cuando los líderes partidarios le niegan a un político alguna candidatura o cargo que éste esperaba (o creía tener los méritos para obtener) la reacción más común es que el personaje sea afilie a otro partido que sí esté dispuesto a ofrecerle el futuro que tanto ansía. No es coincidencia que las plagas de chapulines se den cuando hay procesos electorales en los estados o hacia el final de las legislaturas, que es precisamente cuando los políticos están al acecho de su siguiente trabajo con cargo al erario.

Otra causa del chapulineo en México es el “intercambio amistoso”. Este se ha dado cuando un partido le “presta” algunos diputados a alguna fuerza aliada para que pueda conformar una mayoría u ocupar algún espacio de gobierno en el congreso. Un caso fue el traspaso de varios diputados de Morena y el PES al PT para que este último partido pusiera ocupar presidencia de la Mesa Directiva.

Naturalmente, legislar para limitar el chapulineo no ha sido una prioridad entre los diputados. Como dato tenemos que el 1 de septiembre de 1997 hasta hace unos años se habían presentado un total de 20 proyectos de reforma para regular el transfuguismo partidista, que representan el .075 por ciento del total de iniciativas promovidas en la Cámara. Sobra comentar que ninguno de ellos ha prosperado.

La preocupación por regular este asunto se empezó a presentar a partir de octubre de 2018. En los 21 años previos solo se habían redactado seis proyectos de reforma sobre el chapulineo. El partido que más iniciativas ha promovido sobre el tema, es Morena, seguido por el PAN.

Entre los proyectos de reforma se pueden encontrar algunas iniciativas radicales como las de Efrén Leyva Acevedo (PRI) y Hortensia Noroña (PRI) para expulsar u obligar a renunciar al cargo a los diputados que cambien de partido.

En la actual administración nacional de 26 candidatos a gubernaturas, 14 fueron chapulines. Si algo caracteriza a la mayoría de quienes aspiran a ganar alguna de las gubernaturas es la falta de ideología y el oportunismo porque han brincado de algún partido a otro u otros con el fin de avanzar en sus carreras políticas.

***Otro caso que anda de moda es que buscan darse a conocer ofreciendo dinero a la gente humilde, a la más necesita con el fin que la demás parte de la sociedad los vea con ojos de misericordia. Eso no tiene nada de malo, porque cuando entregan los beneficios dejan en claro que “no es a cambio de nada”. Lo que no han calculado es a la hora de la reconversión, cuando pidan el voto y la gente diga, ah mira que canijo me salió y los tachen de aprovechados.

REFLEXIÓN: Agradecer es el arte de atraer cosas buenas.

CD/YC