Sep 24, 2021 / 11:46

Aracely Ledezma, la artesana que borda cuerpos y rostros de desaparecidos

Isabel Zamudio

* Familiares de desaparecidos se aferran a estos muñecos sanadores como se aferran a la búsqueda para encontrarlos

* La artesana textil Aracely Ledezma Flores plasma la esencia y hasta el aroma de los ausentes al elaborarlos con sus prendas

* Abrazar a estos muñecos a quienes les platican y le lloran, ha tenido un gran impacto en los buscadores

Orizaba, Ver.- Durante poco más de un mes, la artesana textil Aracely Ledezma Flores, traza, corta, dibuja y borda cada cuerpo y rostros de mujeres y hombres desaparecidos en la zona de Orizaba; la ropa y el relleno de los muñecos es comúnmente la última prenda que usaron antes de que estuvieran ausentes.

Veinte familias, principalmente madres del Colectivo Familias Desaparecidos Orizaba-Córdoba, y otros de Jalisco, han recuperado lo que consideran la esencia de sus hijos, a quienes abrazan y con quienes platican; con quienes lloran y le piden una señal para hallarlos.

“Les pido su fotografía y también su ropa, normalmente me traen la última prenda antes de su desaparición y de su misma ropa hago su camisita, en este caso me pidieron un shorcito y aquí voy a hacer unos tenis anaranjados pero normalmente llevan botitas”, explica Aracely Ledezma Flores, artesana textil.

Tener en sus brazos a un muñeco vestido como sus hijos, parecido a sus hijos como cuando eran pequeños, provoca sentimientos, emociones encontradas reconocen las madres y padres buscadores.

Laura Hernández Cano, madre de Christian Orlando Pérez Hernández desaparecido en 2014 en Orizaba 1 explica que la ropa de su muñeco fue la última que usó su hijo antes de desaparecer.

“Esa ropa es la que él usó, tenía su aroma, tenía su esencia y en el tamaño que estaba el muñequito fue recordar cuando él estaba pequeño y lo cargaba y lo abrazaba, fue una emoción muy fuerte, alegría, tristeza, fueron cosas encontradas”.

Rumualdo Aguirre Hernández, padre de Edgar Isaías Aguirre Alvarado, desaparecido el 18 de mayo 2019 manifiesta que es su esposa quien está mayormente con el muñeco de su hijo, aunque a él también le ayuda el tenerlo.

“Es un poco lo ayuda a uno en los sentimientos que tiene por la pérdida del hijo, porque sí lo ve uno y se acuerda uno también de él”

Eloísa Campos Castillo, madre de Randy Jesús Mendoza Campos, desaparecido en 2014 no pierde la esperanza de encontrarlo.

“Siempre decimos que quisiéramos volverlos a abrazar y volverlos a tener y cuando recibo el muñequito fue para mí algo muy emotivo, me dio emociones encontradas, lloré mucho porque sabía que ahí estaba la esencia de mi niño, esa ropita que él portó fue confeccionar el muñequito…yo sentía así como su esencia de él, ahora es como un consuelo, de repente me siento triste y me dan ganas de llorar y voy y lo abrazo y le pregunto muchas veces hijo donde estas, qué te hicieron, dame una señal para poderte encontrar, es muy duro seguir viviendo en esta situación”.

Araceli Salcedo, dirigente y fundadora del Colectivo Familias Desaparecidos Orizaba-Córdoba fue la primera en recibir en sus manos la muñeca de su hija Fernanda Rubí, desaparecida hace nueve años en el pueblo mágico de Orizaba.

“El yo tener a Rubí aquí, volver a ver su ropa que ella portó el último día, unas horas antes de que ella despareciera pues para mí algo maravilloso, ella duerme conmigo, hablo con ella, le platico cosas, le platico el día a día, lo que hacemos, lo que buscamos…ligar…Para mi esta niña es Rubí, mi nieta tiene una más pequeñita y también la carga para todos lados y se nos hace tan divino verla, y que le pide, la regaña la tía, le dice por atención, mírame lo que estoy haciendo, entonces es como una parte de sanación a todo el dolor que enfrentamos”.

Sobre la mesa de madera del taller el ropero de Frida Kah, una vela y un vaso con agua acompañan a la artesana cuando elabora los muñecos sanadores.

Liz Ledezma como llaman a Aracely, admite que no imaginó el impacto que esta iniciativa le provocaría.

Escuchar las historias mientras le entregan la ropa y fotografías de los ausentes; ver a las madres emocionadas y algunas veces quebradas al recibir los muñecos de sus hijos es doloroso, pero la posibilidad de que su trabajo sirva para visibilizar el problema de los desaparecidos vale la pena.

“Decidí ponerle un vasito de agua y prenderles una velita y pedirles permiso a los niños de personalizarlo para un consuelo para sus mamis…Yo realmente quedo muy impactada y si de esta forma puedo aportar para la visibilización de las desaparecidos, por medio del arte textil, pues aquí estamos trabajando para cualquier mami, yo no pertenezco a ningún colectivo”.

En un estado como Veracruz, con más de 5 mil reportes de desaparecidos desde 2006, tener a su lado a los muñecos sanadores ayuda a las familias de los ausentes a mantener la esperanza de encontrarlos, no importa cómo.

“Muchas cosas, siento mucha tristeza de que no sea Christian al que esté yo abrazando en ese momento, esa angustia, esa desesperación de no saber dónde está, que fue lo que pasó, es algo que no se puede describir. Mucha, tengo fe, tengo la esperanza de que un día él llegue, me abrace y me diga, viejita aquí estoy, como madre es la esperanza que yo tengo. Yo no quisiera encontrarlo de otra manera pero si el destino así me lo señala lo aceptaré lo que sea”, manifiesta Laura Hernández Cano, madre de Christian Orlando Pérez Hernández.

La madres se aferran a sus muñecos, como se han aferrado a la búsqueda para encontrar a sus hijos.

CD/YC

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