Ago 19, 2022 / 06:00

📜 Efemérides del Periodismo Mexicano: Mateana Murguía de Aveleyra

Mateana Murguía de Aveleyra, fundadora y directora de un periódico redactado por señoras y titulado Violetas, nació el 21 de septiembre de 1856, en Etzatlán, Jalisco, y fue llevada a la Ciudad de México cuando apenas tenía cuatro años de edad.

Desde su educación primaria se distinguió por su afición al estudio. El 19 de agosto de 1875 se casó con Enrique Stein.

Perteneció a las sociedades literarias Las Hijas del Anáhuac y el Liceo Hidalgo, que le sirvieron poderosamente para perfeccionar sus conocimientos, y el 18 de diciembre de 1878 se recibió de profesora y pasó a dirigir la Escuela de Huichapan, en la cual permaneció dos años.

En 1881 volvió a la Ciudad de México y se encargó interinamente por 6 meses de una escuela del municipio.

En 1884 obtuvo por oposición la cátedra de gramática, que desempeña en la Escuela de Artes.

“Activa y diligente siempre, no obstante sus múltiples ocupaciones, en aquella época fundó y dirigió un periódico redactado por señoras y titulado Violetas, al cual tuvimos la honra de pertenecer”, dice su biógrafa Laureana Wright de Kleinhans (1846-1896). Añade lo siguiente:

Estudiar y aprender siempre es su norma, no limitando sus conocimientos a determinados ramos, sino cultivando todo lo que su rápida concepción la inclina a abrazar, dedicándose especialmente en sus horas perdidas, a combinar reformas sobre la enseñanza pública, a cultivar la música y la literatura, y en algunas épocas, empleando los días festivos que le dejaran libres sus tareas de profesora, a practicar la fotografía, en cuyo arte llegó a adquirir notables conocimientos.

El 19 de agosto de 1875 contrajo matrimonio con Enrique Stein, pero 14 meses después quedó viuda y con una hija.

En septiembre de 1882 se casó por segunda vez, con el licenciado Tomás Eguiluz, y nuevamente quedó viuda cuando sólo habían transcurrido veintiséis días de la boda, pues su esposo murió víctima del tifo.

El 23 de junio de 1887 se unió en matrimonio con Agustín Aveleyra, y se retiró de la dirección de la Escuela de Párvulos anexa a la Normal.

En el número 9 del 29 de enero de 1888 de Violetas del Anáhuac firmó una colaboración titulada “Educación doméstica” a la cual pertenecen los siguientes párrafos:

Todos los modernos pensadores convienen en que la prosperidad social y la felicidad individual y colectiva de la gran familia a que pertenecemos dependen de la educación de la mujer.

En efecto, siendo ella la legisladora de la familia, importa mucho educarla convenientemente para que cuando reine en el hogar su imperio sea dulce, pero sólido, seguro, irresistible.

Si todas las madres tuvieran presente que sus hijas también desempeñarán algún día el mismo sublime papel les enseñarían a fondo todas las importantes obligaciones que tienen que llevar como madres, como amas de casa, como educadoras de sus hijas.

Desgraciadamente cuando la mujer no está bien educada se convierte en un positivo mal para sus hijos, y tanto más temible cuanto que las virtudes o defectos de la madre se reflejan en los seres que sienten la influencia de su ejemplo. Este tiene más poder en las hijas, y por la finalidad de organismos, ya por la comunidad de ideas, ya en fin, por el supremo ascendente del amor materno.

De aquí resulta que una mujer que no sabe todas esas pequeñas e indispensables virtudes domésticas, que son las columnas del templo de la familia, hará madres como ella, que por negligencia para instruirse en sus dulces y delicados deberes, convierta su hogar en ruinas, de entre las cuales se levantarán terribles la discordia, el desencanto, la desgracia, y tal vez el odio.

CD/YC

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